16. Esto no es de Dios

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(GunilXJooyeon) +18

Gunil era miembro del coro de la iglesia, el baterista, de hecho. Siempre había estado presente en el ámbito religioso debido a su madre que no perdía oportunidad de llevarlos cada domingo a misa y al catecismo. A él no le molestaba, siempre y cuando tiviera algo que hacer.

Comenzó a interesarse en la música en el sexto grado, cuando un coro católico famoso se presentó en un evento en la parroquia. Él quedó fascinado por el sonido de la batería y a partir de ese momento decidió dedicarse a ello. Aunque su mamá se negó en un principio, logró convencerla de que sería un buen aporte a la comunidad musical católica y ella aceptó.

Con el tiempo hizo una audición para un coro y de inmediato le dieron la bienvenida, de todos modos la base de los cantos siempre era la misma y si agregaba algo más, todos aplaudían frenéticos. Es así cómo todos los domingos sin falta, acompañaba al coro con la batería.

Le gustaba ir a la iglesia, era un lugar calmado y pacífico. Le gustaba especialmente sentarse en las bancas del frente a hacer alguna oración o simplemente platicar con Dios, tal y como había aprendido en el catecismo y los grupos juveniles.

Conocía las normas, las leyes, conocía la biblia al derecho y al revés y en ocasiones le gustaba dar algunas charlas sobre algún pasaje o acontecimiento bíblico e histórico que había leído o investigado. Confesaba sus pecados y ofensas y comulgaba cada domingo.

Se consideraba un buen católico. Incluso tenía la intención de estudiar teología.

¿Alguna vez quiso ser sacerdote? Sin duda, pero eso implicaba muchas cosas que él aún no podía resolver o cambiar. Y se consideraría un hipócrita si decidía entrar al seminario.

Una de ella era su atracción hacia los hombres.

Se negaba rotundamente a aceptar cualquier preferencia que no fuera la heterosexual, él debía casarse con una mujer y formar una familia como dictaban las leyes del catolicismo. Pero entonces... ¿Porqué se quedaba embobado al ver a cualquier hombre que le pareciera sexy o atractivo?

Es por eso que se sentaba en esa banca a dejar que sus pensamientos salieran en forma de una oración silenciosa. Tenía que cumplir las reglas y estaba dispuesto a ello.

Al terminar su oración sé sintió más calmado y se levantó para recoger su mochila y sus baquetas. Ese día no se llevaría la batería a casa ya que al día siguiente tendrían un evento importante y quería dejarla lista por lo que después de hacer una reverencia al altar se encaminó a la salida.

—¿Ya te vas, Gunil? –preguntó el sacristán.

—Si, debo llegar a casa con mi mamá antes de la cena. Nos vemos mañana, señor Park.

—Hasta luego.

Se despidió con una sonrisa y caminó hacia la calle para tomar el autobús. Al estar dentro se colocó sus audífonos y se sumergió en la música moviendo su cabeza hacia atrás y adelante al ritmo de los cantos católicos. Al llegar a su parada, se levantó de su asiento y bajó del autobús con las banquetas en la mano.

Caminaba totalmente sumergido en la música mientras admiraba el atardecer cuando alguien llamó su atención al otro lado de la calle.

"Oh, los nuevos vecinos" pensó

El día anterior una nueva familia se había mudado a una de las casas cercanas a la suya, tenía pensado ir a saludar pero se quedó totalmente perplejo al divisar a un chico salir de la casa.

Este chico vestía todo de negro, pantalón ajustado, camisa roja con una calavera negra y encima una chaqueta de cuero, llevaba también unas botas altas con pinchos y para rematar el cabello largo con algunos mechones teñidos de color rojo. Ah y llevaba un choker de color rojo brillante con pinchos. Al salir de la casa agitó el cabello y se encaminó a la camioneta de dónde sacó un bajo de color negro, se echó la correa al hombro y comenzó a tocarlo agitando la cabeza al ritmo de una canción desconocida e inaudible para Gunil.

XDINARY TALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora