XDINARY TALES

37. Lilac Class

(No ships, cute)

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Los chicos se encontraban mirando sus antiguos videos de Youtube y uno que otro capítulo de Rock The World. Hacía tiempo que no subían contenido de su reality show y estaban buscando ideas para una nueva temporada.

—¡Eh! ¿Recuerdan la Clase Lilac? –preguntó Jooyeon emocionado.

—Agh, no me recuerdes eso –dijo Ode cubriendose la cara y los demás rieron para comenzar a molestarlo, pero él también terminó por reírse.

Hacía mucho tiempo que no jugaban como antes, el trabajo los tenía demasiado ocupados, tanto que a veces ni llegaban a verse los seis en el departamento ni a pasar tiempo juntos.

Seungmin extrañaba esos días en que jugaba con Jooyeon y Gaon, platicaba hasta altas horas de la noche con Junhan, veía dramas con Jungsu y bromeaba con Gunil.

De hecho, en ese momento ni siquiera se encontraban Jungsu y Junhan pues estaban practicando en la agencia, y él tendría que irse también. Pero ese era el precio de ser Idol y si querían complacer a Villains, tenían que aguantarse.

Bostezó llamando la atención de los Nuggets.

—Bueno, si se les ocurre más ideas me avisan, tengo que irme –dijo levantándose del comedor.

—Hasta luego, Ode. Saluda a Jungsu y Junhan –dijo Gaon.

—No creo que los vea, me toca practicar rap, pero si los veo les digo.

Se metió en su habitación para cambiarse y luego dirigió a la salida del departamento mientras bostezaba.

—¿Ya te vas?

—Si, Hyung. Tengo práctica de vocales.

—Bien, suerte en tu práctica. Te guardaremos comida para que cenes –dijo Gunil con una sonrisa y Ode sonrió.

Se colocó la mascarilla negra, sus auriculares y se encaminó al elevador mientras escuchaba algo de música para distraerse pero esa particular preocupación parecía haberse instalado en su garganta provocando un nudo que solo lo hacía bostezar. Optó por revisar y leer algunos mensajes de Villains hasta que las puertas del elevador se abrieron y llegó al vestíbulo del edificio donde vivían.

Se tomó algunas selfies que inmediatamente envío a sus fans y ellos no tardaron en responderle con mensajes de ánimo y suerte en sus práctica. De inmediato sonrió y apresuró el paso.

Cuando llegó a la compañía inmediatamente se dirigió al elevador, recorrió los pasillos hasta que llegó a la pequeña sala de práctica que usaban él y Gaon. Encendió la luz y le sorprendió ver una camiseta de color llorado claro, casi lila, sobre una de las sillas. Extrañado se encaminó hacia ella y la tomó en sus manos, pero al instante la reconoció y sonrió de lado.

—La Clase Lilac –negó con la cabeza aún sorniendo y dejó la camiseta a un lado para comenzar a calentar la voz mientras preparaba el micrófono y los cascos.

Después de terminar el rap y se sentó en la silla para escuchar lo que había grabado mientras bostezaba. Nuevamente tomó la camiseta pero ya no podía concentrarse en nada más.

Sentía los párpados terriblemente pesados y fue solo cuestión de segundos para que callera total y profundamente dormido en la silla abrazando esa camiseta.

Sintió algo pequeño y tibio golpeando sus mejillas, algo más lo empujaba levemente por el brazo, algo le estiraba el cabello, pero fue lo que sintió en la nariz que lo hizo abrir los ojos y rascarse.

—¡Maestro!

Ode sacudió la cabeza y parpadeo repetidamente hasta que sus ojos se acostumbraron a la brillante luz. Pero de inmediato dos pequeños niños llamaron su atención. Lo miraban con los ojos brillantes y sonrirsas inmensas, cómo si acabarán de cometer una travesura.