XDINARY TALES

26. Doble vida pt.2

(OdeXGaon) +18
El capítulo más esperado de todos.

Tal y como se lo propuso, Seungmin recibió con calidez a Jiseok en su departamento. El lugar era grande, tenía dos habitaciones grandes, una sala, una cocina y hasta lo que aprecia ser una oficina, pero Seungmin la usaba apara jugar videojuegos.

Jiseok se instaló en aquella habitación donde se había quedado dormido la ultima vez. Aún se sentía como un intruso, por lo que estaba totalmente dispuesto a pagarle a Seungmin una parte del alquiler aunque este se negara en rotundo.

Ahora que pensaba las cosas, no sabía como llamar a la relación que estaba teniendo con Seungmin. Si hasta hace unos días le hacía favores sexuales con tal de que no dijera nada sobre su trabajo como stripper pero ahora estaba confundido, no sabía si estaban saliendo o si eran novios o algo de ese tipo y eso le provocaba algo de tristeza.

Jamás imaginó que Oh Seung Min, lo llegaría a tratar con tanto cariño y delicadeza, él lo había humillado ante una audiencia y hasta ese momento aun había gente que se burlaba de él y eso lo hacía sentirse pésimo, pero el menor parecía haberlo olvidado por completo.

Se sentó en la cama mientras suspiraba y miraba su mochila de la universidad en el suelo, junto a esta estaba su maleta de maquillaje y uniformes del trabajo ¿Cómo había terminado trabajando como stripper?

Ah, si. Por el novio de su madre.

Recordaba cuando vivía con su madre y el asqueroso de su novio casi 10 años menor que ella. Cuando era niño le enseñaba como dar una buena mamada o como satisfacer a otros hombres con su cuerpo ¿Extraño? Sin duda, pero el hombre no era tan decente como se presentaba.

Jamás llegó a tocarlo ni lastimarlo, solamente le daba consejos que le podrían servir para obtener algo de dinero en las fiestas y poder ayudar con los gastos de la casa, hasta que su padre ganó la custodia legal de él y su hermano mayor. Pero, en cuanto debía enfrentarse por su cuenta al mundo laboral, no se consideraba especialmente hábil en otras cosas que no fueran... el sexo, por lo que decidió irse por ese camino hasta dar con aquel bar que casualmente buscaban una vacante.

Le gustaba su trabajo, era bueno en ello y lo mejor de todo es que no le debía nada a nadie, le pagaban y listo. O eso era hasta que llegó Seungmin, pero aunque este lo chantajeara con fotos y videos, le gustaba estar con él, con ningún cliente digno disfrutaba tanto del sexo. Al conocer el otro lado de la personalidad de Seungmin no había hecho más que enamorarse perdidamente. Y ahora estaba viviendo con él, debía esforzarse en el trabajo a como diera lugar y así pagarle un poco lo que estaba haciendo por él.

De pronto el castaño tocó y entró en la habitación con un par de toallas.

—Tengo estos dos colores ¿Cuál y gusta más? –Jiseok sonrió de lado.

—La que sea esta bien, Seungmin.

—Hm... ¿La amarilla? Me recuerda a tu uniforme de patito –se levantó y fue a tomar la toalla amarilla con una sonrisa.

—Está bien, la amarilla ¿No habías visto ese uniforme antes?

—No, te queda adorable. Te ves muy bien de amarillo –sin duda eso lo hizo sonrojar aun más cuando Seungmin tomó la toalla y se la pasó  por la cabeza revolviéndole el cabello y sonriéndole con ternura.

—Gracias, Seungmin... No solo por la toalla sino por todo lo que has hecho por mi.

—No te preocupes, Jiseok. Solo quiero que te sientas cómodo y que estés bien –se sonrojó notablemente y carraspeo, Seungmin rio y dio un paso hacia atrás –¿Hoy tampoco irás a la Universidad?