25. El principe y el gato

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(GunilXJungsu)

En un lejano reino, Gunil es un joven príncipe, es decir, el heredero al trono de modo que se espera que en algún momento se case con alguna princesa de otro reino para formar alianzas como lo manda la ley.

Al ser miembro de la realeza e hijo único, es el total centro de atención así que debe ser muy cuidadoso con sus acciones y palabras, de otro modo podría terminar metido en un escándalo que afecte su reputación, la de su familia y, en el peor de los casos, también la reputación del reino entero.

A Gunil le encanta ser el príncipe, a pesar de la dificultad que involucra su trabajo. Sin embargo, daría lo que fuera por tener al menos un día donde no fuera nadie importante y solamente se dedicara a recorrer el reino que algún día gobernaría.

Fue así como decidió disfrazarse y salir del castillo a escondidas. Usaba ropa casual y muy poco llamativa, una gorra de pesca y una mascarilla negra. Lucía totalmente diferente a su estilo normal de príncipe, pero eso sería una buena ventaja para no ser reconocido. En las calles procuraba no hablar con nadie, no entrar a las tiendas y tampoco meterse en las calles más concurridas y por suerte ya tenía algunos días sin que nadie lo notara.

O eso creía hasta que se encontró con él...

Un pobre gatito, al parecer perdido, en medio de un callejón que maullaba con fuerza. Era de pelaje anaranjado con algunas manchas de color blanco y tenía una brillante placa con el nombre "Michu". Gunil no pudo evitar acariciarlo para que dejara de llorar pero el pequeño ya no quiso alejarse de él y cuando un gatito hace eso puedes darte por vencido, te seguirá sin duda. Se quitó la mascarilla y se agachó al suelo.

—Lo siento pequeño, pero no puedo llevarte conmigo.

Miau...

—Ya dije que no.

Miau...

—Me van a matar si te ven ahí... –lo pensó un momento –Aunque, el hecho de que el príncipe salve un gatito perdido sería bueno para los medios, pero se preguntarán cómo y dónde lo encontré...

Miau.

—Tienes razón, no funcionará... Lo siento, pero tendré que llevarte al refugio –lo alzó y el felino se revolvió en sus brazos comenzando a ronronear –. No hagas eso, soy débil... –el gatito volvió a revolverse y Gunil murió de ternura.

Suspiró pero antes de comenzar a caminar un chico apareció por el callejón.

—¡Michu! –gritó y al divisarlo en los brazos de un joven corrió hacia él.

Gunil entró en pánico, si bien el chico era alto y bastante atractivo, su expresión era preocupada y no tuvo tiempo de procesar o reaccionar antes de que el apuesto joven estuviera frente a él soltando expresiones de alivio y regulando su agitada respiración. Tomó al gatito en sus manos y suspiró.

—Ay, gracias al cielo que estás bien, me diste un buen susto. Gracias por encontrarlo, no sabes cuánto significa para... ¿Príncipe Gunil?

Y en ese momento se dió cuenta de que se había quitado la mascarilla. Volvió a entrar en pánico tratando de ponérsela pero ahora el chico hacia exageradas reverencias mientras se disculpaba.

—Alteza de verdad lo lamento, me disculpo por los inconvenientes que Michu le pudo causar, yo también me disculpo por molestarlo ¡Lo siento! ¡Por favor discúlpeme!

Gunil le cubrió la boca, estaba hablando muy fuerte.

—Tranquilo, está bien. Deja de disculparte –susurró pero el chico aún lo miraba con los ojos muy abiertos y las mejillas sonrojadas –. Voy a soltarte, pero tienes que dejar de disculparte y hablar alto ¿De acuerdo? –asintió y Gunil lo soltó lentamente.

XDINARY TALESWhere stories live. Discover now