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Maraton 1/3

Sorpresa para, mi pequeña

WILLIAM MACLEY

Por fin! -Exclamó aliviado de que me quitaran el yeso, Tiana se ríe a mi lado, pues parezco un crío -Vamos pequeña, no te rías, esto era una tortura. ¡Una tortura!, ¿Lo entiendes?.

Su risa se intensifica y yo curveo mis labios, es bueno verla reír, ha estado muy distraída y apagada; aún no me ha dicho lo que tiene y me preocupa, me preocupa que sea algo grave y no me lo diga, que no tenga la confianza de decírmelo.

-Pareces un niño -Sigue riendo.

Me encojo de hombros -Admito que lo soy... Y que me gusta -Le sonrió de lado.

Ella para de reírse, para fruncir el ceño -¿Por qué?

Me acerco a su oído para poder susurrarle -Un niño toma teta, y a mí me gustan las tuyas -Ella se separa y mira a otro lado, puedo ver el sonrojo que tienen sus mejillas, me gusta verla así, feliz, penosa, tímida; pero también me encanta la Tiana risueña, atrevida y suelta, con seguridad y con una autoestima alta, por qué es muy hermosa, lástima y ella no piensa lo mismo, debería darle mis ojos para que se pueda ver a través de ellos y sepa como la veo yo.

La sorpresa que le tengo debe de esperar dos días, pues debo reposar y hacer ejercicio a la pierna para que tenga más movilidad, ojalá y le guste, pues ella un día dijo que quería eso y pienso cumplírselo.

Hago un puchero y ruedo los ojos al ver las muletas que me pasan. Sí, unas malditas muletas, lo bueno es que son blancas y combinan con mi ropa, una bermuda negra (que empecé a usar por el yeso), una camiseta blanca y unos zapatos deportivos blancos, mis lentes de sol están en mi cabello revuelto, Tiana va a mi lado con un hermoso vestido rosado de tiras, se ajusta a su torso y es suelto desde sus caderas hasta la mitad de sus muslos, tiene unas sandalias blancas y en su cabello lleva unas californianas que le quedan hermosas.

Está pensativa, mira a otro lado, su vista está perdida y su cabeza gacha, ¿Qué estará pensando?, ¿Qué la tendrá así?.

No quiero pensar mal, no quiero hacerme ideas raras en la cabeza, Ty me contaría si fuera un problema grave, no quiero perderla; cometí en el pasado un error grave al alejarme de ella y no volvería a cometer el mismo caos, pero ¿Y si ella comete algo igual?, me dañaría, le he entregado mi corazón completamente, soy de ella, aunque suene muy cursi lo que digo es cierto, no hay día que no la desee a mi lado.

Quisiera una vida junto a ella, quiero tenerlo todo, quisiera ser feliz y para que eso suceda mi pequeña tiene que estar presente en mi vida.

-¿Estás bien, pequeña? -Pregunto cuando entramos al ascensor.

Ella parpadea varias veces y voltea a mirarme, me da una pequeña sonrisa y asiente -Si, solo estoy un poco pensativa.

-Está bien -No le pregunto en qué piensa porque sé que no me lo dirá, ya me lo ha hecho varias veces y no quisiera volver a sentir de que me esconde algo grave -Te Amo, pequeña -Le digo y es que se lo repito varias veces al día, para que sepa que tiene a alguien con el que puede contar y confiar.

No me responde, está en sus pensamientos, creo que ni siquiera me oyó, suspiró y me adelantó a la camioneta, no sé qué le pasa y ya me estoy desesperando, no quiero verla así.

Mis 5 Crush Literarios [#1] TERMINADA✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora