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TIANA RINSTUN

Tensión, preocupación, indignación, cansancio, negación, confusión... Todo eso a la vez; ¿Puede una conversación deprimirte tanto?.

Solo quiero que sea mentira, que sea solo una hipótesis, pero mientras más lo pienso más sentido tiene; No se cuanto más tendremos que vivir para que los problemas dejen de caernos como granizo.

Entro al departamento después de un día demasiado largo, William tuvo que haber llegado hace horas, por lo que no me sorprende que la sala este sola, pues decidimos que hoy nos quedaremos en mi departamento.

Suspiró y tallo mi rostro con mis manos, estoy agotada mentalmente y aún tiemblo de todas las emociones que viví hoy, William aparece minutos después con un mono gris y una franela blanca, me da una sonrisa tensa y se acerca para darme un abrazo la cual recibo inmediatamente.

—¿Lograste hacerlo? —Asiento lentamente —¿Te vio? —Niego.

—Es irónico que me esconda para ir a mi propia casa —Susurro.

—Creeme, sentí lo mismo, pero si Masón tiene razón es lo único que podemos hacer —Al mencionar a Masón me tenso, no me gusta recordar esa conversación, no me agrada, me dan náuseas —Aún no entiendo porque me dijiste que vivias en Boston y que era lejos, si es a tan solo 5 horas en carro... En el momento que me lo dijiste no le preste mucha atención, pero ahora si, ¿porque no visitas a tu hermana?

—¿Tu porqué no visitas a tus padres si están a tan solo 2 horas? —Elevo la mirada y veo que William tiene una pequeña sonrisa.

—Mis padres se la pasan de viaje, son turistas —Se encoje de hombros y yo ruedo los ojos.

—A veces se me olvida que vienes de una familia adinerada —Hago una mueca y el frunce los labios.

—A veces se me olvida que nací en cuna de oro —Dice serio —No me gusta presumir eso, la gente suele darse una imagen muy errada a la realidad. —Se encoge de hombros.

—Pues para mí, seas rico o pobre siempre serás mi chico sexy... Mi sexy y ardiente psicólogo.

La voz ronca de William me calma, hoy fui para donde mis más infantiles recuerdos quedaron, mi hogar y dónde se encuentra mi hermana Tara; debía guardar algo en mi habitación por si la teoría que tiene Masón es cierta, aunque no se sabe si vaya a funcionar. No puedo dejar que mi hermana me vea pues ella aun me odia por el accidente de mis padres, entrar a esa casa en la que crecí hizo que me diera un vuelco en todo el estómago y que mis ojos se empañaran de lágrimas cuando los recuerdos azotaron mi mente.

—No me haz respondido, pequeña. ¿Porqué no haz visitado a tu hermana? —Suspire y me empiezo a remover incómoda, William sabe que mis padres murieron en un accidente y que desde hay no he vuelto a ver a mi hermana, pero no sabe la razón del ¿Porqué?.

—Mi hermana me culpa de la muerte de mis padres —Susurro con la voz ahogada, niego con una sonrisa triste y elevo mi vista para verlo a los ojos —No quiere verme porque dice que todo es mi culpa... Qué yo-yo maté a mis pa-padres en ese acciden-te —Lágrimas empiezan a caer, ya estoy agotada, estoy arta de que por cualquier cosa este llorando, que todo me ponga débil; que solo una conversación me ponga a lagrimear.

Los brazos de William vuelven a apretarse y deja que pose mi cabeza en su rostro —Se muchas cosas de ti, pequeña —Suspira —Y ser una asesina no te pega nada, tu no los mataste, tu no tienes la culpa; lo que pasa es que tu hermana esta dolida y necesita culpar a alguien para que su dolor disminuya un poco —Pasa su brazo por mis caderas y baja hasta mis piernas, y el otro se queda en mi espalda, me carga y empieza a caminar hasta la habitación —Debes estar cansada, así que de está habitación no sales hasta que allas dormido por lo mínimo 5 horas.

Mis 5 Crush Literarios [#1] TERMINADA✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora