05

442 58 6
                                    

Muevo el líquido de mi copa de un lado hacia otro, buscando entre la multitud algún rostro que llame mi atención o alguna complexión que encante mi interior sin embargo no logro conseguir a alguien bueno o mejor dicho, alguien que me agrade ya que quizás para los ojos de alguien todas las personas aquí presenten son perfectas a su manera.

─YoonGi─ giro el rostro encontrándome con la mirada coqueta de una persona que fue en ocasiones mi compañero de cama.
─Hola guapo.

Bebo sin responder fijando mi mirada en las botellas detrás del barman, debería irme a casa ahora mismo ya que cierto jovencito seguramente me espera con la cena servida a pesar de saber que nunca cenaré.

─Bueno no necesitas fingir que no me conoces─ él comienza a juguetear con el borde de su vaso. ─Conocemos el cuerpo del otro casi como la palma de nuestras manos.

Suspiro pesadamente rodando los ojos. ─Deja de joderme, ¿Qué quieres?

─Solo saludarte, Yoon. Hace tiempo no te veía por aquí─ él coloca su mano sobre mi muslo sin dejar de sonreír.

No soy una persona aficionada de conservar a los compañeros de intimidad que he tenido pero por una extraña excepción, estuve con este hombre varias veces pero me aburrí como lo hago con todos y lo obligue a irse, a terminar esos encuentros carnales que ya no tenían sentido.

─Solías gemir bastante y ahora nisiquiera hablas un poquito─ dice con ese tono de voz que siempre me cabreaba de él, arrogante.

Me levanto pagando por las copas que he consumido y me alejo perdiendo me entre la multitud de personas, las personas con las cuales he estado suelen reaccionar así después de saber mis intenciones, se enojan e intentan hacerme flaquear pero no me interesa, pueden hablar y hablar pero solamente eso son, palabras.

Ah, debería pasar a comprarle algunas golosinas a Taehyung, pienso.

De pronto una cara conocida se detiene frente a mí, el profesor JiMin me mira fijamente con aquellos ojos almendrados pero sin tomarle importancia desvió la mirada pasando a su lado, justo cuando estoy por alejarme de su persona, me detiene tomando la punta de mi camiseta, confundido y quizás sorprendido elevo una ceja.

─¿No encuentra el camino de vuelta a su escuela?─ le pregunto al ver que no dice palabra alguna.

Su mano deja ir mi camiseta la cual ha quedado arrugada. ─El anillo solo es un objeto más, como parte de algo en mi pasado.

─No comprendo─ arrugo las cejas mirando el anillo de su dedo. ─Has venido aquí para decirme...¿eso?

El profesor baja la mirada, siendo inesperadamente tímido cosa que me toma por sopresa así que decido divertirme un poco. ─Aquella vez me tomaste con demasiada rudeza y ahora te ves tan pasivo.

─¿¡Qué!?─ exclama, su rostro blanquecino tornándose rojizo de inmediato. ─No entiendo esos términos...

─En fin─ respondo apartandome y me dirijo hacia la salida, debe ser una simple casualidad el haberme lo encontrado aquí. ─Nos vemos profesor, debería irse pronto o alguien podría aprovecharse.

Cómo yo lo hice.

─Espera.

De nuevo soy detenido antes de subirme a mi motocicleta. ─No soy casado, nunca lo fui. Solo quería aclarar este malentendido porque no soy esa clase de persona.

Lo observo detenidamente, tratando de leer sus expresiones pero al parecer no miente. ─Me da igual profesor, no necesitaba venir a explicarme eso, nos vemos─ sin esperar nada más, él sube a su auto y se marcha.

Colocándome más firmemente mi bufanda sonrío al subirme a mi motocicleta para dirigirme a mi departamento, en dónde no me espera un amante experimentado o alguien a quien ame románticamente pero si un adolescente que hasta hace poco era como un niño perdido en aguas pantanosas por eso, pensar en llegar y ver esa sonrisa es suficiente para no quedarme con cualquier conquista de una noche como solía hacerlo.

A penas bajo de mi motocicleta dirijo mi mirada hacia la ventana de mi departamento, allí TaeHyung me saluda moviendo la mano y con esa sonrisa cuadrada, le devuelvo el saludo y con más rapidez me dirijo adentro, es ahora que regresar a casa se siente realmente bien.

─Me pones de nervios─ se queja TaeHyung enrollando adorable mente el spaghetti en su tenedor. ─Una vez al menos deberías cenar conmigo.

Niego con la cabeza, jugando con un cigarro entre mis dedos. ─Ya me hiciste no fumar en tu presencia, no pidas demasiadas cosas mocoso.

─Es que no entiendo cómo cocinas tan delicioso y la mayor comida que habita en tu cuerpo es comprada─ TaeHyung sonríe negando y sigue comiendo, verlo disfrutar de su comida me hace disfrutarlo también.

Ah, este mocoso si que sabe cómo ganarme.

Me levanto para irme a dar un baño pero TaeHyung me detiene tomando mi mano. ─¿Estabas en una cita?─ me pregunta sin atreverse a mirarme a la cara.

─¿Estarías celoso si te digo si?─ le pregunto juguetón.

TaeHyung abre los en exageración y me apunta con su tenedor. ─¡Para nada!, ¡No tendría porque!

Comienzo a reírme a carcajadas y revuelvo sus rizados cabellos negros hasta hacerlo enfadar, él me da un ligero manotazo y continua con su cena, con una traviesa sonrisa veo sus mejillas rojas de la vergüenza y me doy la vuelta para irme a la ducha.

Me pregunto que pensará, ¿Serán celos o miedo a que lo deje solo?

─No me iré─ murmuro metiéndome de una vez al baño. Conozco los miedos de TaeHyung y sería incapaz de hacerse los vivir nuevamente.

Mi hermano desde su adolescencia comenzó a tener problemas con el consumo de drogas y aunque mi familia y yo intentamos hacer de todo por alejarlo de ese mundo pero de un día para otro, RyuWook llegó con una novia y un bebé en brazos. Y de haber sabido que la vida de ese pequeño bebé sería un verdadero infierno lo hubiese tomado en mis brazos para evitarle ese sufrimiento sin embargo, en aquel entonces estaba tan hundido sin una mano que me ayudara a salir del abismo por lo que me encerré en mi propio dolor y ahora, dieciséis años más tarde espero poder remediar ese detestable error.

TaeHyung merece ser feliz ahora.

𓍯  ᑲᥱs᥆s 𝗍rᥲ᥎іᥱs᥆Where stories live. Discover now