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RyuWook y yo éramos inseparables durante nuestra infancia, íbamos juntos a cualquier parte y siempre me defendía de aquellos que se burlaban de mí, mi héroe, así solía llamar a mi hermano mayor. Pero como todos los hermanos , cuando él ingreso a la secundaria tomó otro camino e hizo amigos que no le convenían, se metía en problema tras problema hasta que mis padres se dieron cuenta de lo que hacía en secreto mi hermano.

Se drogaba con aquellos que él decía eran los únicos que lo entendían. Intenté acercarme como su amigo pero me alejó abruptamente además solamente yo seguía siendo un mocoso, ya no éramos más esos buenos amigos que jugaban en la biblioteca de papá.

Finalmente en el verano de sus quince años desapareció. Con desesperación y añoranza lo buscábamos cada día y a todas horas pero nunca logramos dar con su paradero.

─Mi hermano tenía dieciséis cuando apareció frente a nosotros de nuevo─ hago una pausa recordando aquel momento. ─Con una chica a su lado y ella en brazos traía un bebé.

JiMin me mira con las cejas levemente fruncidas escuchando atentamente mi relato.

Ese bebé era TaeHyung, tenía meses de nacido. Y mis padres se volvieron loco, ¿Cuándo?, ¿Cómo?. Solo sabíamos que era hijo de ambos y tenía una fiebre terrible, desde lejos observé todo el caos que se formó.

RyuWook no era el mismo de antes, se veía apagado y necesitaba con ansias drogarse pero quizás ver a ese bebé lo detenía. Mis padres los obligaron a casarse e incluso les dieron una departamento para ellos, no tomaban en cuenta mi opinión así que mejor nunca la daba, solo miraba desde las sombras como dos adolescentes de dieciséis cuidaban de su hijo. Ni siquiera visitaba la casa de mi hermano por qué no sabía qué decirle, ya no lo veía más como aquel compañero de juegos y nunca volvería a verlo igual así que simplemente me alejé.

Todo parecía ir bien para la nueva familia, a palabras de mi madre, Hana la esposa de mi hermano era una buena madre pero esposa no tanto ya que siempre salía por las noches, RyuWook comenzó a flaquear en aquellos días hasta que finalmente se quebró. Descubrió algo que jamás imaginamos, TaeHyung no era su hijo, solo era hijo de Hana.

Ocho años de estable matrimonio se vinieron abajo, tenía veinte años en aquel entonces y también era un completo caos, recién había pasado por mi ruptura con Jinwoo y pensaba que nada era más importante que yo mismo, pude hacer algo más por ese niño que lloraba escondiéndose en los rincones de su casa porque sus papás se peleaban en todo momento. Pero no lo hice, de nuevo solo miraba desde lejos como mi hermano se auto destruía y se llevaba consigo a su familia.

─YoonGi, ¿A dónde vas de nuevo?

Mi madre me mira fijamente, con los brazos cruzados frente a la puerta.
─Dices estar decepcionado de RyuWook pero tú eres igual, ¿A dónde tanto vas?

─No te importa mamá, deja de cuestionarme cada que puedes─ le respondo malhumorado, todo el tiempo estaba de mal humor, dolido y no quería oír a nadie.

En casa, mis padres de mente cerrada se la pasaban negando a TaeHyung, le habían cerrado las puertas tanto al niño como a Hana. Y RyuWook a pesar de saber la verdad se negaba a volver de vuelta con nosotros, él ya había perdido el camino de retorno.

Ese día, como todos desde que mi camino se había quebrado, me dirigía a mis encuentros casuales pero justo al salir de casa, TaeHyung se encontraba en la puerta de mi casa llorando mientras abrazaba con fuerza un viejo oso de peluche. Era mi primer encuentro con mi sobrino cara a cara después de ocho años.

─¿Aquí viven los abuelos Min?─ me pregunta hipando, tratando de retener su llanto.

¿Tus abuelos? Ese par de personas hablan porquerías de un niño, no puedes seguir llamándolos abuelos.

𓍯  ᑲᥱs᥆s 𝗍rᥲ᥎іᥱs᥆Where stories live. Discover now