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020

Me recargue de la puerta totalmente aturdido de mis propias palabras, mis temblorosos dedos se deslizaron hacía mis labios, y podría jurar que aún sentía los labios ajenos sobre los míos, ese hormigueo en ellos no desaparecía por más que intentara no pensar en ello.

Pero era imposible, sonreí atontado ante lo sucedido. Había decidido derrumbar esa muralla que me obligué a construir ante todos con este hombre, estaba dispuesto a arriesgar de nuevo mis sentimientos si se trataba de Park JiMin. No sé cuánto tiempo dure o si saldré lastimado tan solo quiero disfrutar de su compañía, de esta emoción que me hace sentir nuevamente y de su amabilidad, quizás me arrepienta en un futuro pero por ahora tan solo dejaré que el tiempo se encargue.

─Yoon, ¿Qué haces ahí?

Me sobresalto al oír la voz de mi sobrino a mis espaldas y respiro profundo antes de darle la cara, estoy hecho un desastre por dentro y no quisiera que se notara por fuera.

─Estaba cerrando, ¿Ya cenaste?─ paso a su lado aventando mi bufanda hacía el sillón y carraspeo la garganta.

TaeHyung me sigue tirándose en el sillón y toma de nuevo su celular en las manos. ─Hace una hora, te estuve esperando pero no llegabas.

─Oh, lo siento─ me quito con rapidez mis zapatos y con los calcetines aún puestos me meto directo al baño. Me daré un baño caliente y me dormiré, con eso debería calmarme.

No debería estar fantaseando con ese profesor cuando mi sobrino está en casa. Debería golpearlo por hacerme sentir tan vulnerable con tan solo un beso; cierro los ojos disfrutando de como el agua cae sobre mi rostro y de pronto algo que quería olvidar llega a mi mente abruptamente.

Fuí a ver a JiMin por dos razones, quería ser sincero respecto a mis sentimientos y lo hice pero no pude hablar con él sobre la segunda razón, necesitaba alguien confiable a quién contarle sobre el regreso de la madre de TaeHyung, su llegada me dejó inquieto, lo había olvidado ante lo sucedido con Park pero me preocupa.

Ella desapareció unos meses antes de que mi hermano falleciera dejando totalmente solo a TaeHyung, y ahora muestra su cara como si nada hubiese pasado.

“No te preocupes, no pretendo arruinar la vida que ahora tienes con TaeHyung, tan solo quiero verlo”

Sus palabras fueron esas pero aunque sea verdad que solo quiere verlo, me pregunto cómo esto afectará a mi sobrino, él poco a poco vuelve a ser un adolescente normal pero me angustia saber que sus dolorosos recuerdos revivirán al verla, esa herida qué aún no sanaba se avivará en cuanto la vea.

¿Qué debería hacer?

Al salir de la ducha me sorprendo al no ver a TaeHyung en la sala, me asomo en su habitación pero tampoco se encuentra ahí y al dirigirme a mi habitación y al verlo profundamente dormido abrazando mi almohada una paz total alberga mi interior.

─Buenas noches─ acaricio sus rebeldes cabellos y lo cubro del frío.

No quiero que sufra pero después de todo no puedo esconderle el hecho de que su madre ha vuelto, él deberá tomar la decisión de verla o no verla.

A la mañana siguiente justo como JiMin me dijo, se encuentra fuera de su auto y otro muchacho con mi motocicleta.

─Buenos días─ doy un gran suspiro antes de acercarme, JiMin levanta la mirada rápidamente y verlo sonreír de esa manera al escuchar mi voz me hace sentir especial. ─Pensé que no te vería hoy tan temprano.

─Quería verte, no pude evitarlo── confiesa encogiéndose de hombros, su tímida mirada siendo totalmente diferente, la que antes me huía ahora está fijamente sobre mí.