Problema Con Los Uchiha... (Old)

XXXIX. Excusa para pelear

-Habló de Shisui Uchiha.

-¿Shisui Uchiha? ¿Qué tiene qué ver el?

-¿Enserio, Hiruzen? Tú y yo sabemos que ese muchacho es de los más poderosos de su clan, si no es ya.- Le comento algo irritado. -Si esas sabandijas planean algo en contra de konoha, es más que obvio que usaran a la jinchuriki para desatar al kyubi en la aldea.

Hiruzen fruncio el ceño. El problema con los Uchiha habia sido algo que lo atormento durante un tiempo desde lo ocurrido el 10 de octubre. Pero gracias a la ayuda del líder del clan Uchiha, habían logrado apaciguar la situación, al menos un poco. Incluso habían creado rumores sobre actos heroicos del clan para ganarles mejor reputación. Por lo que, era consciente de que algo como un golpe por parte del clan del Sharingan, era algo estúpido e improbable.

-Las acusaciones que haces son muy severas, Danzo. Tú bien sabes que estamos en paz con el clan Uchiha, un golpe o ataque en el que tu piensas no sería más que contraproducente para ellos.

-Aún así siempre existe la posibilidad.- Renego con enojo. -Si vas a dejar que la jinchuriki esté con ellos, al menos dejame entrenarla para que no puedan manipularla.

-Denegado

-Hiruzen, estas siendo irracional, ¡La jinchuriki es una arma de guerra! ¡Si no la entrenamos, cualquiera podria usarla en nuestra contra! ¡¿Qué haras cuando eso suceda?!

-¡Ya basta!- rugio con rabia. -Te recuerdo que tiene un nombre, Danzo, ella es Naruko Uzumaki y no es una arma de guerra, es una de mis soldados.

-Todos los ninjas de konoha son armas de guerra, ¿Porqué otra razón la academia ninja empieza desde los 5 años?- le cuestionó -A pesar de tus años, aún no eres lo suficientemente maduro para aceptar la realidad.- Añadió -Ademas... Ella ni siquiera debería tener el apellido Uzumaki.

-No la convertiras en una máquina de guerra sin emociones, Danzo.- Lo dijo en un susurró mortal.

-Nunca dije que la convertiría en una máquina de guerra sin emociones.- Respondió igualmente frío. -Eso no sería bueno, ella debe amar a konoha, querer proteger a la aldea porque la ama, no por ordenes. Una máquina seguiría órdenes sin dudar, pero podría encontrar un nuevo amo sin muchas dificultades.- Explicó más calmado. -Con mis conocimientos y entrenamiento, ella podría volverse más fuerte que cualquiera; Los jonnin de konoha, los sannin, tú y yo, incluso sería más fuerte que Minato.

Esa fue la gota que derramó al vaso.

-¡He dicho que no!- Gruño Hiruzen. -Ella crecerá como cualquier otro shinobi de konoha.- Habló con autoridad. -Te prohibo acercarte a ella a menos que sea estando en mi presencia, ¿Entiendes?

Danzo se paró derecho, no había expresión legible en su rostros.

-Entiendo...

-Vete de aquí y no vuelvas a mencionar el tema.

Danzo asintió y salió caminando sin dar ningún tipo de reverencia, como se tenía que hacer.

Hiruzen dejo escapar un suspiró. Las cosas se estaban poniendo raras, y no tenia un buen presentimiento sobre nada.

[...]

Naruko examinó un poco el pergamino en manos. Era de un bonito tono café y los detalles eran rojos junto al lazo que lo amarraba. Quiso leerlo mientras caminaba, pero algo en el camino la hizo detenerse.

Vio a su alrededor, nada parecía fuera de lo usual. Los edificios parecían normales, la gente caminaba ignorandola, los niños corrían, ah, y también estaba la piedra cuadrada en su camino.