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Naruko se sentía impotente mientras veía al Uchiha que estaba sentado tranquilo bebiendo café en la mesa de la cocina. Ahora esto no tendría nada de malo si no se tratara de que esté Uchiha se encontraba en la cocina de la casa...
Los exámenes chūnin son probablemente las pruebas más difíciles que enfrentarían los ninjas en ascenso. Se disputan en una sola aldea anfitriona y tienen participantes de todos los demás países elementales. Decenas de ninjas de todo tipo compitiendo en las mismas pruebas para demostrar quien el merecedor del título de chūnin y de paso deshacerse de los que no tienen voluntad suficiente.
El mismo infierno en la tierra.
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Las instrucciones habían sido claras; todos los participantes de los exámenes chūnin tenían que reportarse en la academia ninjas de konoha para tomar la prueba escrita.
Sasuke había llegado al lugar de encuentro con su equipo un poco más tarde de lo usual, aunque aún así era el primero en aparecer. Estaba recargado sobre un árbol del patio de la academia que tenía un curioso columpio. Esperaba a que su equipo se reuniera pronto, aunque lo dudaba, después de la pelea con Naruko el día anterior, ni el ni nadie había podido hablar con ella, la chica simplemente había desaparecido.
Temía lo peor. Tal vez Naruko había decidió no presentarse a los exámenes o había salido a caminar a alguna parte y se había perdido o...
Y sus pensamientos pesimistas fueron cortados por el sonido de pasos acercándose. Sasuke entonces presto su atención a la persona que se acercaba, notando de inmediato que se trataba de la chica que había atormentado sus pensamientos durante un tiempo.
Naruko lucia un poco diferente, con sus dos coletas habituales transformadas en una sola, como el peinado de Ino pero con un flequillo enmarcando el rostro bigotudo de la joven y un curioso mechón rojo en el lado derecho del flequillo abierto.
Naruko simplemente llegó y se sentó en el columpio, sin decir nada. Sasuke se sintió bastante incómodo, no sabía que decir o hacer, o siquiera si debía decir algo.
El ambiente se volvía más incómodo por cada segundo que pasaba. Nadie quería enfrentar a nadie, no podían.
Finalmente alguien decidió abrir su boca; Sasuke se estaba cansando de eso. El sabía que Naruko podía ser inmadura a veces, pero eso rebasaba incluso sus límites.
-¿No piensas decir nada?- Cuestionó con voz monótona.
-¿Qué quieres que diga? ¿Qué actue cómo una idiota con unos niños por un arrebato de irá?
Sasuke trago sus palabras. No estaba esperando para nada la repentina cuchilla de palabras que le habían lanzado.
-Si esperas que me disculpe contigo... No lo haré.- Informó la rubia. -Pero estamos por iniciar los exámenes chunnin, así que será mejor esperar hasta después para hablarlo con más calma.
Sasuke de alguna manera se sintió ofendido por eso, si bien no esperaba una disculpa, tampoco quería escuchar a Naruko siendo tan testaruda.
-No hace falta que te disculpes, de todas maneras no esperaba una disculpa.- Sasuke trato se no sonar grosero, pero en veneno en sus palabras se podía detectar a una milla de distancia.
