XLVIII. Calma.

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Su mirada estaba clavada en el techo, ya había contado todos los clavos que había en ñas tablas y no había nada más que hacer. Habían pasado algunas horas desde que llegaron a su habitación en la torre, se habían aseado y simplemente esperando a que el tiempo limite de la prueba se cumpliera antes de que les dieran nuevas ordenes.

Fue un milagro increíble descubrir que aún faltaban varias horas para que se acabará. Cualquier deidad que les estuviera protegiendo seguro que les quería mucho.

A su llegada a la habitación todo se había puesto tenso. El incidente con Sasuke aún seguía fresco, razón por la que Naruko y Sakura habían dormido juntas y tornándose de vez en cuando para vigilar a que Sasuke no se volvió loco, otra vez. Para suerte de ambas Sasuke había caído muerto en cuanto toco la cama de la habitación, siendo abrazado por morfeo con tanta fuerza que tuvo casi cuatro horas de siesta continua.

Ese tiempo de descanso también fue aprovechado para calcular cuanto había gastado de material durante la prueba. Fue demasiado. Cosas como kunai y shuriken les quedaba el mínimo, los suministros médicos que tenían se habían usado después de noquear al enloquecido Uchiha y sus pocos materiales para hacer sellos también se habían gastado. Si se hacía otra prueba que requería lucha si o si tendrían que hacerlo con las manos.

Naruko lanzó un largo suspiro, más frustrada que nada. Nunca imagino que el silencio y tranquilidad le pondrían tan nerviosa.

Otra cosa que también le tenía un poco molesta fue descubrir que la única manera que tendría de ver al hokage sería después de la segunda prueba, ya que si lo hacía antes podría contar como favoritismo y ayuda extra, cosa que la podía descalificar. Reglas eran reglas e incluso el hokage siendo la máxima autoridad tenía que seguirlas.

El sonido de una puerta abriéndose la saco de sus pensamientos. Sakura apareció a la vista, con una toalla en su cabello evidencia de que se había estado duchando.

--¿Seguirás así todo el día?-- Cuestionó la pelirrosa, sentándose a un lado de su amiga.

--¿Tengo algo mejor que hacer?

--Tal vez...-- Sakura tarareo. --Oí que hay una cafetería en la torre. Ahí podría haber más gente. Ver quienes pasaron nos dará una mejor idea de a quien nos podríamos enfrentar más adelante.-- Comunicó de manera casual.

--Dios... había olvidado que eras un ratón de biblioteca.-- Se burlo Naruko.

--¿Eso es insulto o alago?-- Refunfuño Sakura.

--Tómalo como quieras.

Naruko se levantó de un salto de la cama y se estiró.

--Bueno... ¿Vienes?-- Preguntó acercándose a la puerta. --No quiero dejarte sola con el loco... no hasta saber que le pasa.

Sakura miro de reojo a Sasuke. El Uchiha seguía durmiendo en la cama, era increíble la capacidad que tenía para haber estado durmiendo tanto y aún así tener sueño.

--Ya voy... dame un segundo para arreglar mi cabello.

Y así paso. Sakura y Naruko salieron hacia la cafetería.

[...]

El lugar estaba considerablemente más animado. Había equipos recien llegados que devoraban comida como si nunca antes hubieran probado bocados. Más equipos hablaban entre ellos, en especial si eran de las misma aldeas.

Los miembros femeninos del equipo se acercaron a la barra del bufet, donde se maravillaron con la comida.

--No hay ramen...-- Lloriqueo Naruko.

Problema Con Los Uchiha... (Old)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora