Amélie Romanova (1)

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  Kitty nadie va a detenerla ya qué puede
hacer lo que quiera porque quiere ya qué es importante, grande, hermosa y poderosa.

Quien toqué a Kitty o maltrate será una rata

La princesa no necesita príncipes ya qué tiene un padre que está dispuesto a bajarle el cielo si ella desea.


—¿Mami?

Visualizo una vez más el cuerpo dé la mujer que me dió la vida en el suelo, tiene el cabello sucio y lleno de sangre tiene varias contucciones en su rostro. Se que estoy soñando nuevamente con lo qué pasó...

Nuevamente reproduzco la cara de el hombre qué le hizo eso y me veo de niña en esa jaula.

Amélie Romanova James

—¿Dónde están todos?—le pregunto a mi esclavo y baja el rostro.

Trató de respirar profundo no tiene la culpa pero como cosas como está no se pueden saltar el protocolo mis boyeikis. Benny Snakgen me sigue el caminó atrás dé mi con el collar de esclavo y con la cadena qué la tomo con seguridad.

Bajo las escaleras saliendo de la fortaleza Romanov a la vez que veo varias esclavas bajandome la cara al entrar. Saben lo qué se avecina.

Entro al lugar atestado de mal olor, y suciedad, hay hombres que descansa sobre las sillas, y otros qué ven porquerías de pornografía sin pudor. Camino a medida qué notan mi presencialm y todos dejan de hacer lo qué hacen por prestarme atención.

Me subo a la pequeña tarima, mi esclavo es el último en subir con su típica pose de sumiso rápidamente va a buscarme el escalón con el que me subo pudiendo igualar el tamaño de todos los hombres que estoy rodeada llenos de testosterona.

—¿Quién fué?

Es lo único qué pregunto y todos empiezan a verse.

—Fue él mi princesa

Señalan a él hombre qué se encuentra sentado sobre uno dé los bancos qué no duda en levantarse, le cálculo que no pasa dé los treinta. Tiene la osadía de ir acercándose apretando los puños.

—No tengo qué servirle a ninguna niñita consentida dé el boss—despotrica—Esta organización sanguinaria se fué a la mierda cuándo está niñata nació ¡No tienes los putos cojones para gobernar una mafia niña !

El suspenso dé el momento es increíble ya qué esperan mi reacción a lo que dijo y lo único qué tengo qué decir es qué soy lo que soy, por mostrar una cara muy distinta a la qué mi familia no está acostumbrada a ser pero no nadie debe olvidar que enorgullezco mis raíces.

Los Romanov son sanguinarios y no se caracterizan por ser benevolentes a la hora dé cazar su presa.

—Acerquenlo—ordeno.

Varios hombre lo acercan a dónde estoy y veo qué Aleska Romanov hace acto de presencia pero sé calla de inmediato y me sonríe por el espectáculo qué estoy por dar.

—¿Sabes quién soy?

Le pregunto y niega.

—Sabes quien soy —le afirmó.

—Soy Amélie Romanova James, hija dé Ilenko Romanov y de Emma James no te voy a seguir diciendo dé dónde vengo porque ya eso lo sabes—le tomo la barbilla mirándole los ojos—¡Estoy dónde estoy no por quien es mi padre! Estoy aquí por el poder que tengo de doblegar a quien quiera y cuando sea.

Me triplica el tamaño cuando sé me trata de ir encima y lo tratan de tomar pero pido qué no lo hagan, evado la patada que me lanza y como en años de práctica. No fui entrenada con sanguinarios en las cloacas rusas, no tengo el entrenamiento militar como Milenka y Owen.

Pero si tuve el entrenamiento de Ilenko Romanov.

Evado nuevamente cuando se me trata de acercar y me tiró al suelo deslizándome, le pasó por las piernas y le pateó la entrepierna. No sé de donde carajos saca la navaja con la que trata de apuñalearme y veo el amago de Aleska de intervenir pero se contiene.

Me subo encima de él y le boto la navaja lejos.

—¿Очень мужественное дерьмо?

¿Muy machito mierda?

Le clavo mis uñas en el cuello haciéndolo sangrar y demostrando qué no necesito un arma para asesinar a alguien, la sangré le brota por el cuello, la herida que hize lo hace toser y ahí es donde aprovecho la ventaja de levantarme.

Los gritos de los boyeikis me aturden, me ovan y me alaban. Estoy empapada de la sangré asquerosa.

—Pasame la navaja

Le abro el estómago sin pensarlo mientras visualizo las tripas que sobresalen de este y la emoción me hace sonreír colgando meto la mano en su estómago y no tardo en conseguir lo qué quiero. Le arrancó el corazón y visualizo la cara de terror con qué murió.

La princesa roba suspiros pero también arranca corazones

Me levantó mientras tengo el corazón en mis manos.

—¡En mi infancia tuve qué soportar como una rata abusaba y torturaba a mi madre mientras qué la impotencia me sumía estando en una maldita jaula sin poder hacer nada! No estoy donde estoy precisamente por lo buena qué soy—les gritó —No vean flores dónde hay sangré ¡Porque puedo cargarmelos a todos hijos de puta en estos momentos con un maldito lápiz! —mi león albino hace aparición y le lanzó el corazón en mis manos qué lo ataja con facilidad —¡Me siguen o no me siguen!

—Larga vida al Boss y devoción hacia la princesa.—gritan todos

Terminó todo dispuesta a darme la vuelta para marcharme, Aleska me observa y me sonríe mientras da la orden de qué se lleven el cuerpo. Me bajo de la tarima y todos me abren paso no miro a nadie sólo emprendo mi caminata hacía la fortaleza hasta qué escucho la videollamada.

Acepto el remitente.

El rostro de mi progenitor en una habitación se hace presente y permito qué me vea.

—Hola papá —me sonríe y muy pocas veces Ilenko Romanov lo hace.

Le devuelvo el gesto y arruga las cejas al observar mi aspecto.

—¿Porqué estás así? Si paso algo en la fortaleza puedo ir...

—No papá—lo interrumpo—Puedo manejarlo ya estoy de salida voy a la reunión con los Pakistán en Sodoma.

Lo veo vacilar y le sonrió mientras me recalca qué tengo cuidado en el viaje y me recuerda lo importante qué soy pará él mientras se asegura qué tenga el chip dónde le notifica mis signos vitales.

Apagó el teléfono y le demandó a varias esclavas que preparen mi equipaje y la avioneta con el cargamento de armas qué liderare.

—¿Listo?

 

Fanfic Pecados PlacenterosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora