Caer

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Un lugar espacioso con aproximadamente treinta personas dentro, donde la mayoría se encontraba en una actividad física bastante intensa.
Justo como Hyunjin lo había predicho; el calor se volvió insoportable en lo que parecían ser los últimos minutos de aquel entrenamiento.

El suelo rechinaba con cada paso que recibía y vibraba por culpa del balón impactando fuertemente en él.
Gritos, llamadas de atención, instrucciones y festejos acompañaban aquel ritmo improvisado que se escuchaba dentro de las cuatro paredes.

Heejin no se había dado cuenta, pero tanto ella como la capitana del equipo habían estado un poco distantes de su entrenamiento. Por suerte para las dos, no habían creado inconvenientes con sus constantes distracciones por prestarle atención al pequeño público que se encontraba en lo más alto de las gradas.

Tomó un pequeño descanso a la mitad de una jugada, apoyando un poco su peso superior en sus manos sobre las rodillas. Su vista estaba enfocada en la madera pulida bajo ella y pudo apreciar como algunas gotas de sudor que habían bajado por su tabique ahora estaban plasmadas en la superficie café. Trataba de controlar su respiración que se encontraba irregular gracias a un solo motivo, y no era por el hecho de que corría de una orilla a otra realizando lo que la entrenadora les pedía, todo se debía a su querida compañera de cabello oscuro y ojos felinos. Intentaba no ser una paranoica, pero no negaría que aquella persona le ha estado lanzando miradas un tanto comprometedoras cada que realizaba algún movimiento donde los músculos de sus brazos se tensaban.

El grito agudo de Kim Jiwoo interrumpió la concentración de la pelicorta, se incorporó a la realidad rápidamente y descubrió que Sooyoung había realizado una estrategia que llevaban practicando los últimos minutos, consiguiendo con éxito encestar con un tiro limpio a una distancia considerable.
—¡Tres puntos para el equipo femenil! —Anunció la entrenadora después de dar una señal con el silbato que colgaba de su cuello.
El bullicio del equipo de hombres comenzó a escucharse, quejándose del compañero que debía cubrir el área de anotación. Pronto todo fue risas y empujones amistosos.
Ya era la última partida del entrenamiento y la victoria fue para ellas gracias a la anotación de la capitana Ha.

Heejin se estiró, quedando a su altura total y comenzó a quitar un poco del sudor de su cara con el dorso de su antebrazo, soltando todo el aire que había retenido para poder controlarse.
Todos se dispersaron sobre la cancha formando sus propios grupos y la entrenadora gritó que podían retirarse por fin.

—Buen tiro Ha. —Se escuchó el halago por parte de una de las integrantes más jóvenes.
—Fue posible gracias al increíble pase que hizo Chaeyeon. —Habló la capitana, reconociendo el esfuerzo de cada integrante. —Muy bien niñas, es hora de irnos, si quieren tomar una ducha adelante, yo quiero irme de aquí lo antes posible. —Algunas risas se escucharon por el comentario.
El grupo se deshizo y la pelicorta pudo ver como realmente Sooyoung desaparecía con su mochila en el hombro por la puerta de un costado y no por la que conectaba con los vestidores.
Se preguntó si el día de hoy Jiwoo tomaría el valor de seguir a la mayor y como si le hubiese leído la mente, vio que la chica animada se dirigió por el mismo camino.

Enfocó su vista hacia las gradas, justo a la parte superior, Hyunjin ya no estaba sentada donde la recordaba, revisó todo el campo y no había rastro alguno de dónde podría estar.
Un poco confundida inició su camino con un agotamiento increíble en sus extremidades, no se apresuró como lo hizo la capitana o el resto de los jugadores, ella tranquilamente se dirigía a los vestidores con la esperanza de encontrar en ese lugar un poco de descanso y además a la pelinegra que había decidido desaparecer.
Su asombro fue grande cuando al llegar descubrió que había tardado tanto en reaccionar y moverse que el resto del equipo ya había tomado su respectiva ducha y se había ido de las instalaciones.
Buscaba su celular en su casillero, revisó la hora primero antes de buscar algún mensaje de cualquiera de sus amigas. Ya eran las cuatro con treinta minutos, aún tenía tiempo suficiente para su ducha. Entró a la lista de contactos tratando de encontrar el nombre de "Aeongie" en él

𝐀𝐥𝐛𝐚 •𝒍𝒊𝒑𝒔𝒐𝒖𝒍•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora