Déjà vu

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La celebración por la victoria del grupo de menores había iniciado desde el momento en el que habían terminado con su presentación.

Jinsoul había dado por hecho que ellas habían ganado aquel evento al escuchar tanto bullicio sin detenerse por minutos.
Además, sin intentar parecer pretenciosa, para ella este iba a ser el resultado desde que fue invitada a presenciar el espectáculo, y ojalá hubiera podido expresar esa idea suya con alguien más, pero había permanecido un poco distante incluso el día de hoy que se reunía con todas.

Para su desgracia, había llegado justo a la hora indicada para poder ver la presentación, y juraba por Dios que esa no era su intención, no había planificado llegar a estas horas para evitar cualquier interacción con sus amigas, o más específicamente, con Jungeun.

Ella hubiera preferido llegar incluso antes, ser la primera y ver cómo aparecían las demás, una por una, o en grupo, no importaba realmente, y así, poder mezclarse con facilidad después de tanto tiempo sin verlas a muchas de ellas, especialmente el círculo social de la castaña.
Necesitaba tener aquello bastante planificado y controlado, porque su modo introvertido era cada día más notorio, parecía haber perdido la práctica, o tal vez todo se debía a su autoestima decayendo y marchitándose por todo el asunto del verano solitario.

Cuando consiguió visualizar a todas, fue Jiwoo quien le levantó la mano para que encontrara el camino correcto hasta ellas y así tomar el asiento que había sido apartado, y para la conveniencia de todas, era aquella silla plegable a la izquierda de Jungeun.

Fueron minutos muy tensos.
Ninguna volteaba a verse, y se concentraron simplemente en el baile animado de Yerim. Si hubiera llegado antes, entonces la cosa sería distinta, o eso creía.
Habría intentado conversar con Jungeun, definitivamente, haber tenido éxito en que la menor no se incomodara ya sería otra historia.

No tenía idea de qué efecto conseguiría, qué resultados, mucho menos si las cosas podrían avanzar con normalidad, pero haber llegado tarde le dificultaba demasiado poder intentar algo.

Nunca le diría a nadie, mucho menos a Yerim, que no había prestado atención a nada de lo que había hecho arriba del escenario.
Su intento por tener a Jungeun en el campo de visión era la prioridad, así fuera solo una imagen borrosa de su perfecto perfil, para ella era más importante, y confesar aquello traería problemas que no necesitaba. No tenía idea de qué canción era, no se enteró siquiera de lo que había durado en realidad, mucho menos cuantas integrantes habían participado, simplemente daba por hecho que nadie más que ellas merecían el primer lugar.
Fueron los tres minutos más largos de su vida, y dolorosos también.

Haber estado tan cerca y tan lejos a la vez, creaba en Jinsoul un sentimiento desconocido que se asemejaba con la inconformidad.
Una vez más, era ella misma quien parecía estar saboteándose. Tendría que arreglarlo.

Para su suerte, la insistencia de las menores del nuevo grupo que se creó al finalizar el evento, ayudó a que aquella tarde tuviera una duración más larga de la que esperaba, porque por alguna razón, imaginó que cada una y cada grupo se iría por su lado.

Entonces como propusieron la mayoría, decidieron llegar a la zona donde se concentraban la mayoría de los locales de comida, la cual compartía un gran espacio para comer, con sillas y mesas para el público.
Sólo tendrían que elegir sus alimentos.

—Jinsoul. —.

Y entonces, el escenario que menos esperaba, estaba creándose en esos momentos, todo gracias a la contraria, quien parecía estar esforzándose por pronunciar su nombre sin que llegara a escucharse raro o frío, después de la cantidad de tiempo sin haberlo presenciado.
Estaba frente a ella, aún permanecía con su círculo cercano, e incluso con Ha Sooyoung, quien permanecía al lado de Jiwoo.

𝐀𝐥𝐛𝐚 •𝒍𝒊𝒑𝒔𝒐𝒖𝒍•Where stories live. Discover now