La misma habitación

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Nada parecía haber cambiado en toda esta temporada de ausencia y silencio, en todos los días que pasaron lentamente, torturándola, sin lograr divisar el final de su sufrimiento.
Después de aquel espectáculo en el centro comercial, y de correr sin siquiera mirar sobre su hombro, Jungeun había actuado como si nada raro hubiera pasado entre las dos. Como si no la hubiera ignorado en las vacaciones. Para ambas, fue un recorrido normal, en el auto de Jaehyun, con el atardecer convirtiéndose en oscuridad.

La noche era joven, en su etapa inicial, y la brisa cada vez era un poco más fuerte, sorprendiendo a las personas del exterior que no iban preparadas con alguna prenda abrigadora. Justo como a alguien más le pasó.
Las calles estaban llenas de automóviles, con sus faros encendidos iluminando peculiarmente las superficies de un color blanquecino y dorado, contrastando con el azul oscuro del cielo.

Las dos amigas estaban en la parte trasera del vehículo, dejando al mayor como un chófer. Ante esto, solo pudo hacer bromas y fingir que esta era la ofensa más grande que le habían hecho, pero claro, en realidad era lo más común que podía pasar; ambas siempre intentaban estar juntas en cualquier lugar y espacio que compartiera. Así ha sido desde que eran pequeñas.

No hablaron, no entre ellas dos, la menor había tomado la decisión de disfrutar del camino rutinario y tranquilo al lado de la Jeong más joven, aprovechando la comodidad que generaba el ambiente cálido dentro del objeto de metal. Mientras tanto, los dos hermanos sí conversaron, intercambiando palabras de temas que ellos conocían, desde eventos familiares hasta planes escolares para el futuro. Y de fondo, las melodías que a Jungeun le gustaban se reproducían, en un volumen adecuado, rebotando por todas las superficies, justo como a la menor le gustaba que fuera, como siempre hacía cuando compartían un auto o cualquier cosa que tuviera un sistema de sonido de por medio.

Los hombros de las dos estaban unidos, apoyando sus pesos en el centro que generaban juntas, compartiendo e incrementando el calor que sus cuerpos emanaban, y Jeong se preguntó si la otra sentía las mismas ganas que tenía ella de acercarse más.
Ya sea reposando una de las dos en el regazo de la otra, o sostenerse entre sus brazos. Tal vez era una buena idea sugerirlo, pero podía ser que, la vergüenza le diría que no a Jungeun; no es como que estuvieran solas. Y aunque en el pasado las muestras de afecto fueran meramente amistosas, la menor siempre ha tenido ese conflicto interno, la dificultad para expresar cursilerías en público.

El camino se había convertido en uno más duradero de lo normal, y todo porque el muchacho que las había salvado tomó la decisión de detenerse en una tienda de conveniencia cerca de sus casas, quería aprovechar la vuelta y comprar algunas botanas para éste el último día de vacaciones, o al menos el de ellas, a él aún le quedaba un poco más de periodo vacacional, ya no compartirían el mismo instituto.

Con suministros para pasar lo que quedaba de la noche como si no tuvieran que madrugar, llegaron finalmente a la casa de los dos hermanos.
Bastó un mensaje de texto para que los padres de Jungeun supieran su ubicación, y también, un par de llamadas a sus amigas que obviamente estaban preocupadas por el estado de ambas, después de aquel momento desagradable para todo el circulo social.

Así, en aquella conversación fugaz, Jinsoul se enteró que todas confrontaron al muchacho después de su intento de pedir disculpas, diciéndole que mejor aprendiera a entender que cuando no responden sus mensajes es porque no desean hablar con él, y no era muy conveniente aparecer de todos modos.
Que lo ponga en práctica es otra cosa, pero ahora con esa advertencia por parte de las que compartían el mismo instituto, al menos podían asegurar que lo pensará dos veces antes de dirigirle la palabra a la castaña.

El tema con Lee tendrá lugar en otro tiempo, otro día, porque ahora, ambas tenían algo importante que atender; días enteros perdidos por miedo, por incertidumbre. Dudas y sentimientos callados por horas, golpeando en los recuerdos durante la noche, sin dejar descansar correctamente.

𝐀𝐥𝐛𝐚 •𝒍𝒊𝒑𝒔𝒐𝒖𝒍•Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ