Gianna se encuentra en un periodo depresivo y está luchando para salir de ello, piensa que un nuevo trabajo le ayudará a poner un poco de orden en su vida, sin embargo ésta nueva etapa pondrá sus límites a prueba, sobre todo cuando Charles Leclerc s...
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— ¿Tuviste alguna noticia de Antoine? — No, solamente habla con mis abuelos para hacer videollamadas con Mia o saber de ella, pero no dice nada más. Tampoco mostró interés por mi. — Ya se le va a pasar—Isa intenta consolarme acariciando mi mano.
La verdad es que Antoine no habla conmigo desde que dejé España hace casi 4 semanas, en sus redes solamente se limita a subir una o dos historias por semana con cosas del club.
Desde que comencé a trabajar oficialmente en Mónaco, busqué una casa para alquilar y estar tranquila con mi hija. Mis abuelos la cuidan por la mañana y el resto del día está conmigo, hay varias guarderías cerca de donde me mudé, pero mis nonos, sobre todo Filipo, se niega a que la deje con desconocidos.
En la próxima semana se corre una carrera en Barcelona y será mi primera experiencia como CM de Charles, Isa tenía toda la agenda organizada y se hizo cargo de ello mientras yo me encargaba de llevar a acabo las sesiones de fotos y comerciales que estaban pendientes.
— Otra vez está demorando—se quejó Isa al ver que el reloj daba las 9:30 de la mañana y el monegasco no aparecía.
Hoy era la sesión de fotos con RayBan, marca que patrocina a Ferrari y lanzará una colaboración inspirada en los pilotos, por lo que tendría que demostrar un poco más de compromiso, su compañero español está aquí desde hace una hora.
— Vamos a empezar con las fotos de Carlos, llámalo hasta que aparezca—me indica Isabella casi al oído a lo que asiento y me dirijo a la habitación del hotel destinada para Charles.
Desbloqueé el teléfono y le pedí a Siri que llame a Charles varias veces hasta que atendió y solamente dijo que estaba en camino. Comencé a preparar su traje de piloto y algunas prendas básicas para la sesión.
La puerta se abrió y el monegasco entró prácticamente corriendo. Luego de discutir un poco sobre su demora, comenzó a quitarse la ropa y ponerse su traje, antes de que terminara de subirse la monoprenda, le dije que debía maquillarlo, él asintió y se la dejó hasta la cintura.
— Voy a hacerlo yo porque el resto está encima de Carlos ahora—le había pedido a la maquilladora que me separe el kit que tenía para Charles así recuperábamos un poco de tiempo— ¿Podes sentarte aquí?—le pregunto señalando la silla que está frente al espejo.
Lo primero que hago es desatar la banda que lleva en su cabeza, noto que le dejó una marca por toda la frente por lo que viro los ojos, él hace una mueca que trato de ignorar. Limpio su rostro con una toallita desmaquillante y preparo su piel con un tónico y agua de rosas antes de colocar el primer y la base, su cara está inexpresiva, pero sus ojos siguen atentamente cada uno de mis movimientos. Sus manos juegan entre ellas como si no pudiera mantenerlas quietas.
— Lo estás haciendo mal—suelta en francés, hasta el momento solamente hablábamos en italiano o ingles. — Lo tendría que hacer una profesional pero como alguien llega a la hora que quiere...—le respondo cargada de rabia y en el mismo idioma sin dejar de colocar el corrector en la zona de sus ojeras.
