Gianna se encuentra en un periodo depresivo y está luchando para salir de ello, piensa que un nuevo trabajo le ayudará a poner un poco de orden en su vida, sin embargo ésta nueva etapa pondrá sus límites a prueba, sobre todo cuando Charles Leclerc s...
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— Bueno Gianna, está marchando todo bien, vamos a escuchar los latidos.
Los latidos de mi pequeño bebe sonaban fuerte en la sala, estaba en mi sexto mes de embarazo y en una semana iba a comenzar mi último trimestre.
— Los latidos están perfectos. Y esta vez la posición si nos permite ver el sexo. ¿Quieren saber qué será?—pregunta la doctora — Si—responde Antoine — No—respondo al mismo tiempo que él, causando que la doctora nos mire confundida.
Durante las últimas ecografías había tratado de saber el sexo de mi bebé, pero no hubo éxito, hasta que me resigné y decidí que el azar me sorprenda el día el parto.
— Pero si no sabes qué es ¿Cómo vas a elegir el nombre?— pregunta el francés sentado a mi lado. — Cuando nazca, y vea su cara sabré que nombre ponerle.
(...)
Durante los últimos meses había recibido una importante propuesta de Jennifer Giroud, ella había sacado su marca de calzados y carteras, le interesaba que diseñe un par de cosas para su boutique francesa.
Siempre me gustó diseñar y me distraía con ello. Además, como ahora soy madre soltera, necesitaba un trabajo y acepté la oferta.
Los diseños gustaron e iban a ser presentados para la temporada primavera/verano, todavía no decido si ir o no, porque la doctora me recomendó que mis próximos meses sean los menos estresantes posibles y un viaje así demanda muchos preparativos.
(...)
— ¿Cómo me veo?—Antoine entra en la cocina, da una pequeña vuelta y juega a hacer un par de poses para mostrarme su atuendo. —Nada mal, Griezmann, veo que aprendiste algo en estos 14 años—le digo en tono de broma—Ya puedes vestirte solo—le sonreí— ¿A dónde vas? — Tengo una cita—dice mirándose en el reflejo de la heladera
Últimamente el francés andaba saliendo muy seguido, se lo notaba más feliz, sabia que había alguien nuevo en su vida, pero él no decía nada aún. Antoine es la mejor persona que conozco en todo el mundo y quiero verlo feliz, se merece ser feliz.
— Una cita Antoine...eso es nuevo—le digo en tono picaron. Él se ruboriza y comienza a tartamudear un poco. — ¿Te molesta?—pregunta con suavidad y algo de timidez. — Para nada Tonio, te mereces ser feliz—le digo doblando el cuello de su camisa y palmeando su hombro— Eso sí, te rompe el corazón y yo le rompo el cuello a... — Irina—sus ojos se iluminaron al mencionarla. — ¿Con que Irina eh?... Es un bonito nombre. — Y ella también es bonita—dice por lo bajo y sonríe mientras mira a un punto fijo. — Te tiene bastante enganchado... — Es raro sabes... — ¿Qué cosa? — Que ella me gusta, pero no siento lo mismo que sentía por vos cuando te conocí. — Antoine, ninguno de los dos va a sentir lo mismo, y está perfecto porque nadie es igual y no se ama de la misma forma a todo, lo nuestro fue especial y único, pero eso no quiere decir que debamos buscar lo mismo en otros. — ¿Y vos qué le viste al piloto?—dice dándome un pequeño empujón.
