Gianna se encuentra en un periodo depresivo y está luchando para salir de ello, piensa que un nuevo trabajo le ayudará a poner un poco de orden en su vida, sin embargo ésta nueva etapa pondrá sus límites a prueba, sobre todo cuando Charles Leclerc s...
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— Solo van a ser unos días— le digo al monegasco mientras acaricio su mejilla. — Las voy a extrañar. — Nosotras también.
Estaba apunto de tomar un vuelo a Madrid con Mia, Antoine volvió al Atlético de Madrid y quería que nuestra hija lo acompañase el día de su primer partido.
Todo el último mes estuve con Charles la mayor parte del tiempo, por trabajo y porque realmente me sentía a gusto con él, por primera vez en años había pasado un mes entero sin crisis, ni ataques de ansiedad. Y aunque sentía miedo de encariñarme con él, ya era demasiado tarde, le había abierto una puerta que llevaba directo a mi corazón. Mia lo adora, lo extraña cuando no puede ir a casa y le hace llamadas si está de viaje. Se que si las cosas no funcionan, no voy a ser la única que sienta su ausencia.
Y hablando de ausencias... Voy a aprovechar estos días para pedirle a Antoine iniciar los trámites de divorcio.
(...)
La última vez que estuve aquí fue en julio de 2019, antes de mudarnos a Barcelona. Pensamos en venderla cientos de veces, pero no podíamos, era la casa que construimos juntos, con la que soñábamos desde el momento en el que nos conocimos.
Me quedo parada frente a la puerta, no sé cómo reaccionar ante lo que habrá adentro. Siento la mano de Antoine en mi hombro, giro para verlo y siento las lágrimas acumularse en mis ojos. Fue Mía quien entró primero. estaba emocionada de volver a casa.
— Está igual que la última vez—le comente a Antoine. — Lo está, tuve que limpiar mucho y arreglar algunas cosas, pero estaba perfecta. — ¿Qué vas a hacer con ella?
Aunque por estos días nos quedaríamos los 3, por petición de Mia, Antoine había adquirido otra casa en el centro de la ciudad. Al parecer no era la única a la que le dolía estar de vuelta en casa.
— Creo que esa es una decisión que no me corresponde tomar solo a mi.
(...)
El partido acaba de culminar y Antoine anotó dos goles, uno se lo dedico a Mia y el otro a mi. Extrañaba eso, ver al francés feliz, jugando el deporte que ama, en un club que lo ama y dedicándome goles.
Mia duerme en el asiento trasero y nosotros vamos en los de adelante tratando de salir entre la multitud. Antoine acelera y evadimos a los periodistas, afortunadamente sin chocar a nadie. Siempre fuimos muy reservados, Madrid nos daba eso, vivir en medio del caos, pero no ser parte del caos. Al finalizar los partidos o entrenamientos nadie te seguía a casa. En Barcelona fue todo distinto, los paparazzis estaban en la puerta todo el tiempo. De hecho cuando perdí mi embarazo mi familia se enteró de mi internación por los portales de internet. Nunca soporté tener las miradas encima y menos en momentos tan privados.
(...)
— Me costó, pero por fin se durmió—Antoine entra en la sala y se sienta a mi lado en el sofá. — Es que te extraña mucho, quiere estar con vos todo el tiempo posible. — Yo también la extraño...las extraño.
