Solo anhelo tus feromonas [ABO]

Capítulo 10

Tong Che yacía en la cama y se congeló durante medio minuto completo antes de poder reaccionar a lo que acababa de decir Mu Hanfeng.

¿Mu Hanfeng realmente dijo que era lindo?

¡A nadie le gusta que su ídolo lo felicite, y mucho menos dormir en la misma habitación y recibir elogios personalmente!

Quería pellizcarse para asegurarse de que no estaba soñando, pero tenía miedo de que Mu Hanfeng se enterara. Solo pudo volver a pellizcar el gordo trasero del oso. Debería estar agradecido por recibir un cumplido, sin importar cuál fuera el cumplido. Pensando en esto, se volvió hacia un lado para mirar a Mu Hanfeng, pero no lo miró. Sus ojos estaban bajos y susurró: "¡Es... gracias, Sr. Mu! ¡Buenas noches, Sr. Mu!"

Después de una pausa de dos segundos, Mu Hanfeng no respondió, pero de repente preguntó: "¿A dónde estás mirando?"

Tong Che se congeló, levantó los ojos y parpadeó sin comprender.

¡Estaba mirando al suelo!

Sin esperar a que Tong Che respondiera, Mu Hanfeng dejó escapar otro "ooh" y dijo lentamente: "Tal vez lo leí mal y pensé que estabas mirando mis abdominales".

"¡No lo estaba!" Como una pequeña bala de cañón, Tong Che lo negó de inmediato. La garganta de Mu Hanfeng volvió a rodar, y cuando volvió a hablar, su voz tenía un tono de risa: "Entendido. Ve a dormir. Buenas noches".

¡Tong Che se dio cuenta después de un tiempo de que Mu Hanfeng lo estaba molestando a propósito nuevamente! Se dio la vuelta en un soplo de ira, de espaldas a Mu Hanfeng, sin hablarle más.

Mu Hanfeng miró la espalda del pequeño Omega, se hizo un ovillo y, después de mucho tiempo, levantó la mano y se presionó la frente. Si este pequeño Omega tenía la capacidad de dar sueños a las personas o no, Mu Hanfeng aún no lo sabía. ¡Pero él sabía que tenía la habilidad de hacer que la gente quisiera burlarse de él!

Era demasiado divertido que se pusiera rojo y tímido en un abrir y cerrar de ojos.

Pero incluso si era divertido, Mu Hanfeng sabía que tenía que hacerlo con moderación. Para que realmente no hiciera enojar y molestar a alguien.

Sin pensarlo más, Mu Hanfeng levantó la mano para apagar la luz del techo, dejando solo las dos pequeñas lámparas junto a su cama para emitir un ligero brillo. Aprovechando esta luz, Mu Hanfeng tomó un pequeño frasco de pastillas y lo puso a su lado. Se sirvió una pastilla y se la tragó, luego arrojó casualmente el frasco de pastillas en el cajón de la mesita de noche.

Tong Che estaba de espaldas a Mu Hanfeng, por lo que solo podía escuchar el susurro, pero no sabía lo que estaba haciendo. Pronto, escuchó otro "pop" y la lámpara de noche del lado de Mu Hanfeng se apagó. Volvió a rodar con cuidado. Mientras su costado estaba iluminado, el costado de Mu Hanfeng estaba cubierto de oscuridad, por lo que realmente no podía ver.

"Maestro Mu", Tong Che llamó tentativamente, "¿Usted ... lo encuentra demasiado brillante? Si es así, apagaré la luz de este lado también".

Mu Hanfeng había estado sufriendo de insomnio durante muchos años y tenía dificultades para conciliar el sueño. Así que en realidad no estaba acostumbrado a tener luz en su habitación. Sin embargo, cuando se encontró con los ojos cautelosos pero ligeramente esperanzados del pequeño Omega bajo el cálido resplandor amarillo, lo que dijo Mu Hanfeng fue: "No es brillante, es perfecto".

Con estas palabras, miró la mirada aliviada y tranquila de Tong Che.

En la oscuridad, Mu Hanfeng volvió a enganchar los labios. Resultó que este pequeño Omega no solo era tímido sino que también le tenía miedo a la oscuridad.