Solo anhelo tus feromonas [ABO]

Capítulo 26

En el sueño, Mu Hanfeng no se movió, por lo que Tong Che lo interpretó conscientemente como una especie de connivencia.

La mano que tenía alrededor del cuello de Mu Hanfeng ejerció un poco de fuerza, y abrió la boca, revelando dos filas de pequeños dientes blancos, y dejó un círculo limpio de pequeñas marcas de dientes en la abrupta nuez de Adán.

Mu Hanfeng todavía no se movió, pero su respiración era mucho más pesada.

Pero el soñador Tong Che era como si no tuviera sentido, o estuviera "consciente" pero no asustado, mientras una vez más sacaba la punta de la lengua y lamía y giraba a lo largo del círculo de marcas de dientes.

......

El toque sin precedentes que sintió en la punta de la lengua se extendió instantáneamente a su cuero cabelludo, lo que provocó que Tong Che se despertara sobresaltado.

Pero milagrosamente, el toque seguía allí y no había desaparecido. Tong Che se quedó atónito por un momento cuando se dio cuenta de algo y rápidamente se sacó el pulgar de la boca.

Todavía quedaba un poco de fluido corporal en el nudillo de su pulgar...

Tong Che rápidamente tomó una toalla mojada de la mesita de noche y se limpió las manos, luego enterró toda la cabeza en la almohada con total vergüenza.

En su mente, se estaba despreciando locamente a sí mismo: "Tong Che, ¿cómo puedes ser tan malvado?"

¡Lo que originalmente era una dulce historia sobre un héroe que salva a O se convirtió en una historia prohibida para mayores de 18 años!

¿Qué pasa con chuparse el dedo? ¿Por qué miras al profesor Mu antes de irte a la cama?

¡Todo fue retribución!

Cuanto más pensaba en ello, más avergonzado estaba, y quería abrazar a su osito de peluche y pretender ser un avestruz debajo de la manta todo el día.

Pero la realidad no le dio oportunidad...

En un minuto, escuchó la voz de Mu Hanfeng, "Tong Tong, buenos días".

Tong Che se congeló. Tal vez solo estaba delirando, pero la voz del Sr. Mu parecía estar inusualmente ronca hoy.

No era el tipo de voz ronca de una persona enferma con un resfriado, sino más bien, era el tipo de voz que parecía estar reteniendo algo, contaminada con lujuria, y sonaba tan seductora.

Tong Che volvió a hundirse en su almohada y se regañó a sí mismo: debía ser él quien escuchaba a la gente e inventaba cosas.

Solo después de que logró calmarse, Tong Che sacó la cabeza de la almohada, listo para saludar a Mu Hanfeng. ¡Pero justo cuando sus ojos miraron, vio a Mu Hanfeng levantar la mano y tocar suavemente su nuez de Adán!

¡Gah! ¿Puede haber algo mejor?

Tong Che bajó rápidamente los ojos, pero Mu Hanfeng incluso le preguntó: "Tong Tong, ¿por qué tienes la cara tan roja?"

Tong Che agarró la esquina de la manta y respondió vagamente: "¡Estoy ... estoy caliente!"

Mu Hanfeng dijo: "Oh", y no hizo más preguntas, solo dijo: "Levántate y dúchate ya que tienes calor".

Tong Che asintió, levantó la manta y salió de la cama.

Sin embargo, después de dar dos pasos hacia el baño, no pudo evitar detenerse.

Descubrió que Mu Hanfeng todavía estaba acostado en la cama y no tenía intención de levantarse. No era que Mu Hanfeng no pudiera quedarse en la cama; era solo que los dos habían estado viviendo juntos durante casi una semana, y antes de hoy, Mu Hanfeng siempre se había levantado más temprano que él todos los días.