Solo anhelo tus feromonas [ABO]

Capítulo 72

Al ver que Tong Che se había convertido en un hombrecito de madera, Mu Hanfeng se volvió adicto al drama. Caminó el guión con una sonrisa en su rostro; levantó la mano y se quitó la corbata en un par de segundos, y levantó la barbilla hacia Tong Che, "¿Qué haces parado allí? ¿Por qué no saludas cuando ves a tu jefe?"

Tong Che volvió en sí y miró a Mu Hanfeng, pero aún así cooperó, "Hola, jefe Mu".

Probablemente porque encontró el título nuevo, Mu Hanfeng levantó las cejas, golpeó la mesa con los dedos y continuó bromeando: "Acércate, déjame ver quién es este pequeño artista. Se ve tan bien".

Tong Che caminó obedientemente frente a Mu Hanfeng. Separado de él por la distancia de un escritorio, se inclinó y se acercó, respondiendo en voz baja, "T-tuyo".

Mu Hanfeng dejó escapar un suave siseo, y la punta de su lengua presionó contra la parte posterior de sus dientes, frotándolos suavemente dos veces.

Este gatito realmente se estaba volviendo bueno para hablar.

Mu Hanfeng hizo rodar su nuez de Adán. "Qué dulce boquita". Levantó la mano y presionó dos veces los labios de Tong Che no muy a la ligera, enganchando sus labios en una sonrisa maliciosa, "Ven aquí. El jefe te recompensará".

Tong Che inconscientemente dio dos pasos alrededor de la esquina del escritorio, solo para descubrir que no había lugar para sentarse. Solo había un asiento detrás del escritorio.

Antes de que pudiera decidir dónde sentarse, Mu Hanfeng tomó su muñeca y, en el segundo siguiente, todo su cuerpo cayó en los brazos de Mu Hanfeng y se sentó en su regazo.

"¿Por qué no te sientas en un asiento tan bueno?" Mu Hanfeng preguntó con una sonrisa mientras tomaba la barbilla de Tong Che, "¿Por qué dudas?"

Tong Che no pudo girar la cabeza con la barbilla pellizcada, por lo que solo pudo mirar hacia la puerta con los ojos y preguntó vacilante: "¿No vendrá alguien?"

"No te preocupes", dijo Mu Hanfeng mientras bajaba la cabeza y besaba la punta de su nariz. "Nadie se atreverá a entrar directamente. Además, Yun Su todavía está vigilando la puerta".

Después de que se dijeron estas palabras, Mu Hanfeng no se contuvo más y presionó a la persona en su regazo y lo besó con fuerza.

Después de haber sido besado tantas veces, Tong Che aún no había aprendido a respirar durante un beso, y no pasó mucho tiempo antes de que lo besaran hasta que su cerebro se quedó sin oxígeno.

"Pequeño gato tonto", Mu Hanfeng se echó hacia atrás un poco, pero aún se negó a soltar a Tong Che, y mordió los labios nuevamente antes de reír, "Inhala y exhala. ¿Cómo es que te besan tontamente cada vez?"

Tong Che todavía estaba mareado, y cuando escuchó hablar a Mu Hanfeng, inconscientemente respiró hondo, como había dicho, y solo entonces se relajó un poco.

Las puntas de sus orejas volvieron a arder. Tong Che se negó a discutir tales temas y cambió de tema con rigidez: "Todavía no me has dicho, ¿qué ... de qué se trata todo esto?"

¿Cómo es que, de repente, el gran jefe de la empresa era Mu Hanfeng?

Mu Hanfeng se hizo el tonto para burlarse de él, "¿Qué está pasando? No puedes aprender a cambiar tu respiración y me estás preguntando qué está pasando".

"¡No sobre eso!" Tong Che estaba tan avergonzado que hundió la cabeza en el cuello de Mu Hanfeng.

"Está bien, está bien", dijo Mu Hanfeng, "no voy a molestarte más".

En cuanto a los negocios, explicó a la ligera: "Ya tenía acciones en esta empresa, solo una pequeña, pero ahora tengo más".

Mu Hanfeng lo dijo de una manera fácil de entender y Tong Che lo entendió. Mu Hanfeng ahora tiene la mayoría de las acciones restantes en sus propias manos.