Solo anhelo tus feromonas [ABO]

Capítulo 25

Tong Che: "¡!"

Sin las gafas, la agresión de Mu Han Feng, que pertenece exclusivamente a un alfa superior, se filtró desde el fondo de sus ojos sin reservas.

Originalmente, la postura de Mu Han Feng y la mirada en sus ojos sin duda habrían evocado los malos recuerdos anteriores de Tong Che y le habrían hecho sentir miedo. Pero ahora, probablemente debido a las palabras que dijo Mu Hanfeng, o simplemente porque la persona frente a él era Mu Hanfeng, en resumen, Tong Che descubrió que su corazón latía muy rápido, pero no tenía nada que ver con el miedo.

En un segundo, el Sr. Mu era tan dominante y tranquilo mientras resolvía todos sus problemas de manera ordenada, y al segundo siguiente, se quitó las gafas y le dijo esas palabras. ¿Quién podría resistirse a esto?

Probablemente porque había estado aturdido durante mucho tiempo, Mu Han Feng sonrió, volvió a ponerse las gafas y se enderezó, retomó la distancia "segura" original y dijo en un tono relajado: "Está bien, estoy solo bromeando contigo. Si no quieres llamar..."

Quiso decir: "Si no quieres llamarlo, olvídalo", pero las últimas palabras se le quedaron atascadas en la garganta.

Vio que Tong Che, que estaba de pie a su lado, había vuelto a sus sentidos en algún momento y lo miraba con ojos limpios. Luego llamó con una voz limpia y pequeña: "Hermano..."

Mu Han Feng: "......"

¡Mierda! ¡Esto está matando gente!

En este momento, el Gran Emperador de la Película realmente entendió el estado de ánimo actual de Qi Xie: ¡lo que significa pegarse un tiro en el pie!

Su nuez de Adán se movía arriba y abajo. Inclinó la cabeza como si tratara de ocultarlo. Después de un largo rato, pronunció con voz ronca: "Bien".

El viejo pícaro Mu Hanfeng perdió un soldado, pero no la batalla. Fue objeto de burlas hasta el punto de que no podía soportarlo más, pero aún podía "matar" a Tong Che con una palabra.

Tong Che asintió de todo corazón, las puntas de sus orejas estaban tan rojas que podían sangrar.

Wang Qi llamó en el momento adecuado y los rescató a ambos: "¡Ven, ven, sigamos grabando el programa y pasemos al segundo nivel!"

Tong Che volvió a sus sentidos primero. Sus pasos volaron hacia ese final, como un pequeño conejo blanco perseguido ferozmente por el lobo feroz.

Mu Hanfeng, el gran lobo feroz, miró al pequeño conejo blanco que huía a toda prisa, las comisuras de sus labios estaban ligeramente levantadas y se arrastraba sin prisa.

......

La grabación se retrasó casi dos horas debido a un problema especial que Tong Che había encontrado temporalmente antes. A pesar de que se apresuraron, la hora de cierre todavía se retrasó una hora para las diez.

Cuando Tong Che regresaba al hotel, le susurró a Mu Hanfeng: "Maestro Mu, yo ... quiero invitar a todos a un refrigerio. ¿Crees que está bien?"

Mu Hanfeng no entendió el significado de Tong Che y lo miró, "¿Qué tiene de malo eso?"

"Es solo que ...", explicó Tong Che, "Es el dinero para invitar a todos a un refrigerio. Ahora tenemos que pagar juntos. Si esperas este domingo libre, te invitaré a cenar, ¿de acuerdo? "

No tenían su propio dinero durante la grabación. Ahora el vínculo de su relación estaba bien, el equipo del programa ya no les permitía pagar sus propias habitaciones y se manejaban las tres comidas normales al día. Pero los bocadillos obviamente no estaban en el alcance.