Lo Hice Porque No Había Una

capitulo extra:un agente del gobierno

Nicolas Stallone era un agente de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, o CIA, que actualmente estaba encubierto en Japón. Hace siete años, había sido nombrado Jefe de Operaciones Japonesas de la CIA Asia por varias razones: tenía experiencia como estudiante de intercambio en Japón, hablaba bien japonés y se mezclaba con los que le rodeaban, ya que era un japonés de segunda generación.

Un agente especial de inteligencia era, en términos más coloquiales, un «espía de superpoderes». Esto implicaba atravesar las paredes, teletransporte instantáneo, rastrear la ubicación de alguien tocando una carta que había enviado, y predecir el futuro. Eso era lo que era tan «especial» de estos agentes. O al menos, esa había sido la idea detrás de la fundación de esta unidad en 1970.

En los años 70, el movimiento espiritualista estaba en su apogeo. Espers aparecían en la televisión casi todos los días, mostrando hazañas inhumanas como flotar en el aire y doblar cucharas. Algunos prometieron sanación espiritual o sincronización con dimensiones más elevadas. Otros afirmaban que los extraterrestres ya habían descendido a la Tierra. También había profetas autoproclamados, a los que la gente acudía en masa. Naturalmente, esta mentalidad también había afectado a las organizaciones militares y de inteligencia.

Estando en medio de su Guerra Fría con la Unión Soviética, Estados Unidos estaba considerando seriamente el uso de espers en ese conflicto. Un soldado sobrenatural que podía detener el corazón de alguien con sólo mirarlo. Un agente de inteligencia sobrenatural que simplemente tenía que cerrar los ojos para escuchar a escondidas un encuentro entre los altos mandos de un país enemigo a pesar de estar a varios miles de kilómetros de distancia. Un sanador espiritual que simplemente tenía que agitar su mano para sacar una bala incrustada en alguien, ¡todo sin siquiera romperle la piel! Serían invencibles.

Era una época en la que no era extraño en absoluto creer en tales cosas. Se vertieron grandes cantidades de fondos secretos tanto en el ejército como en la CIA, y todo el mundo echaba espuma por la boca para encontrar espers y aplicarlos a su uso práctico antes de que la Unión Soviética pudiera hacerlo.

Sin embargo, fracasaron. La fiebre retrocedió, se despertaron de su sueño, y llegó el momento de enfrentar la realidad. A pesar de haber gastado mucho capital, mano de obra y horas para encontrar espers, no tenían absolutamente nada que mostrar. Todos los «espers» que encontraron no eran más que maestros de la magia de las manos, estafadores o simplemente mentirosos. Todos los informes estaban desprovistos de contenido o llenos de una gruesa pila de documentos que también estaban desprovistos de contenido. Todo había sido en vano.

Por lo tanto, se restringió la financiación y la investigación sobre los superpoderes pasó de ser un proyecto secreto de alta prioridad a algo vergonzoso que se debía ocultar. Sin embargo, nunca se desechó por completo. Los militares descartaron completamente las estrategias que involucraban a los espers, pero en la CIA, esta posición de Agente Especial de Inteligencia permaneció. Debido a las débiles esperanzas y sueños de ciertos altos mandos en la línea de «Tal vez los espers son tan raros que aún no hemos encontrado uno» o «Tal vez uno real vive escondido en algún lugar», esta unidad tenía la tarea de llevar a cabo varias investigaciones.

Con el tiempo, la Guerra Fría terminó, y el siglo cambió. Y en algún momento, esta unidad se había convertido gradualmente en una sinecura donde la CIA mantenía agentes problemáticos que no podía dejar ir. Era un trabajo fácil que trataba con información «especial», lo que significaba buscar espers y escribir informes poco entusiastas. No importaba lo mal escritos que estuvieran los informes. Ya nadie esperaba información útil sobre superpoderes y espers. Esto era literalmente un trabajo para mantener a la gente en la nómina.