Lo Hice Porque No Había Una

Epilogo arco 7

El 5 de septiembre se convirtió en el día conmemorativo del fin de la guerra en Marustan. Los conflictos llegaron a su fin, y comenzó el gobierno del nuevo régimen. Era el comienzo de una era de paz.

La seguridad no se restablecería de inmediato, y se necesitarían muchos años para reconstruir la infraestructura deteriorada y las industrias devastadas. Las vidas perdidas no regresarían. Ahora comenzaría la batalla llamada "reconstrucción". Si se dependía de empresas extranjeras, se podrían recibir diversos tipos de apoyo para la reconstrucción, pero también existía el riesgo de que el capital extranjero se arraigara en exceso, absorbiendo los intereses del país en el futuro.

Sin embargo, intentar lograr la reconstrucción solo llevaría un tiempo aterrador. Era un problema complicado.

Esta área no era algo que pudiera ser manejado fácilmente con la fuerza de la voluntad y los poderes psíquicos, y personalmente, no tenía la intención de esforzarme durante años para la reconstrucción de Marustan. La gente de Marustan tendría que resolver esto por sí misma, tomándose el tiempo necesario.

Detrás de la sombra de esta reconstrucción, había rumores emocionantes como "parece que los psíquicos están luchando contra enemigos que amenazan al país" o "una sociedad secreta luchando en las sombras contra la oscuridad del mundo". Pensé que sería un poco divertido si tales rumores existieran.

Medú-chan, que había terminado la batalla en el santuario, regresó al escondite con sus compañeros. Medú-chan había decidido convertirse en la hija adoptiva de Hisham-san después de que él, que había declarado el establecimiento del nuevo gobierno, visitara el escondite medio día después. Los miembros del Frente de Liberación de Alinataia también irían a sus nuevos hogares tan pronto como encontraran adoptantes.

Hisham-san no insistió ni apresuró las cosas. Dijo que el Frente de Liberación de Alinataia no necesitaba disolverse, que podían seguir viviendo en el escondite como siempre, e incluso sugirió formalizar la propiedad del escondite. Sin embargo, al mismo tiempo, se inclinó sinceramente y les pidió a todos que los niños crecieran bajo la tutela de sus padres, escuchando los caprichos de los adultos.

Fue un adulto tan competente que me sentí avergonzado al verlo desde lejos. Viéndolo, me pregunté si no se habría llegado al final del conflicto sin mi intervención.

Cuando regresaba del escondite, Hisham-san me agradeció con palabras de gratitud, pero no entendí a qué se refería. Tal vez se dio cuenta de que fui responsable de enviar terroristas nacionales, o tal vez estaba señalando el hecho de que, aunque fue por un corto período de tiempo, cuidé del Frente de Liberación de Alinataia, encabezado por Medú-chan. También podría ser una posibilidad que mencionó el hecho de que le dije sobre el somnífero.

La última batalla para liberar Marustan (la batalla final entre la organización revolucionaria y el régimen militar) terminó sin mucha lucha real. Alguien había colocado somníferos en todos los alimentos suministrados por el ejército, y los soldados dormidos fueron atados uno por uno, logrando la conquista pacífica de la sede del régimen militar.

Se sospechaba que era obra de traidores, pero si varios traidores estaban involucrados, era un poco exagerado, y debido a su misteriosidad, también se rumoreaba que los psíquicos estaban involucrados, aunque la verdad no estaba clara.

Si hubiera alguien con ese tipo de habilidades psíquicas, definitivamente querría reclutarlos. Sin duda, serían un hombre talentoso adecuado para ser el jefe de la sociedad secreta.

Así, los disturbios en torno al pequeño país de Marustan en el Medio Oriente llegaron a su fin. El camino de la dificultad parecía interminable. Sin embargo, con alegrías modestas y placeres, y llevando consigo lazos, seguirían adelante...