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Cuando entré en el apartamento de Charles, una oleada de tristeza invadió todo mi cuerpo.

Ya no iba a seguir viviendo con él.

Tengo que admitir que no nos conocíamos de hace tanto tiempo. Pero hemos hecho en estos días un montón de cosas, y hemos vivido momentos que estoy segura que no vamos a olvidar nunca. Le debo mucho.

Cuando guardé las llaves y el bolso en el mueble de la entrada, me dirigí al salón, donde normalmente estaba Charles, pero al parecer hoy no.
Pensé que podría estar en su habitación, a si que fuí.
Entré en la habitación pero para mí sorpresa tampoco estaba allí.

Aunque unos segundos después, el agua de la alcachofa de la ducha se hizo oír, a si que simplemente esperé pacientemente sentada sobre la cama de Charles hasta que saliese del baño.

Aproveché para utilizar el espejo de cuerpo entero que tenía Charles en su habitación, ya que hoy me sentía guapisima.

Algo muy raro en mí.

Me hice unas cuantas fotos posando de diferentes maneras. Pero finalmente elegí una en la que sonreía felizmente.

Decidí subirla a mis publicaciones de Instagram, ya que de verdad me había gustado esa foto.

Mientras echaba una ojeada a algunos perfiles de mis antiguos amigos de España, un mensaje apareció en la parte superior de mi pantalla.

@danielricciardo te ha enviado un mensaje

Estaba a punto de abrirlo hasta que la puerta del baño se abrió de golpe. Dejándome ver la imagen más perfecta que he podido ver en toda mi vida.

Charles me miraba sorprendido por mi presencia en su habitación mientras solo le cubría una toalla blanca de ducha sobre la cintura.
Yo mientras tanto estaba en una nube de pensamientos. Totalmente petrificada.

-¿Jessica? -preguntó lógicamente sorprendido.

-Umm... hola. -sonreí con las mejillas a punto de explotar.

Idiota.

-¿Qué haces ahora en mi habitación? -sonrió burlón al ver que mis mejillas estaban de color rojo ardiente y mi mirada no se separaba de su torso.

-Esque.. sólo venía a decirte que ya he encontrado trabajo. -no se como llegué a articular esas palabras.

En cuanto formulé esas palabras, de su rostro desapareció esa sonrisa burlona y se adueñó una mirada algo triste.

-¿Tan pronto?

-Sí. -suspiré- Cuando te fuiste me aburrí mucho, a sí que fui a dar un paseo. Y en una cafetería a unas calles de aquí, una señora muy amable me dió trabajo. -le hablé sobre Francis- Estuve hablando con ella durante unas horas y me cayó muy bien, además transmite mucha confianza.

-Me alegro de que te haya ido bien entonces. -sonrió sincero- Aunque ya veo que cuando me voy ya te aburres, ¿qué harías tú sin mí? -vaciló.

-Mejor cállate. -rodé los ojos mientras él reía a carcajadas.

-¿Te apetece ver una película? -preguntó aún con sólo la toalla.

-Primero deberías cambiarte. -al decir esto, el monegasco se miró a si mismo para darse cuenta de que aún le cubría solamente la toalla.

-¿Te molesta que vaya así? -me miró pícaro.

-¡Charles! -grité mientras le empujaba de la cama hacia su baño para que pudiera cambiarse- Toma. -le lancé su ropa.

-Gracias, ma chére. -dijo vacilante antes de encerrarse en el baño.

Mientras esperaba a que mi amigo saliese del baño, me tumbé en la cama de Charles de espaldas a la puerta del baño.
Abrí mi Instagram de nuevo para responder el mensaje que hace un rato me había enviado Daniel.

𝐹𝑒𝑟𝑟𝑎𝑟𝑖'𝑠 𝐺𝑖𝑟𝑙 ➪  ᴄʜᴀʀʟᴇs ʟᴇᴄʟᴇʀᴄ ғɪᴄWhere stories live. Discover now