33

487 24 2
                                    


-Charles.. -murmuré.

El piloto dejó de llorar cuando me escuchó, pero no quitó las manos de su rostro. Simplemente se quedó quieto en la misma posición.

Yo carraspeé y me acerqué a él, poniéndome de rodillas enfrente suya extendiendo mis brazos. Al notar mi presencia quitó las manos de su cara, dejando a la vista un rostro totalmente apagado, después, se lanzó a mis brazos sin previo aviso.

Al principio me tomó un poco de sorpresa, pero luego no dudé en corresponderle el abrazo. Rodeé mis brazos por su cuello y el se abrazó a mi cintura, escondiendo su cara en mi pecho.

Sumidos en un cómodo silencio que ninguno quería interrumpir, me di cuenta de cuánto lo había echado de menos. Y también, cuánto me había echado de menos él a mí. Después de unos segundos, noté como se separaba de mí, por lo que le imité.

-Lo siento. 

-No, no, no. Era tu abuela, lo siento yo. Debes estar mucho peor.

-No lo digo por eso, Jess. -me miró con unos ojos llenos de arrepentimiento. Me costó entender unos segundos a que se refería, hasta que me di cuenta.

-Está bien, Charles. -hablé- No pasa nada. Supongo que es normal que actuaras así cuando me veías con Daniel después de... -hice una pausa cuando recordé los besos que un día nos dimos.- eso.

El chico frente a mí bajó su mirada triste al suelo. 

Y me sentí la peor persona del mundo.

-La que tiene que pedir perdón soy yo. -por un momento en mi vida, dejé de lado todo mi orgullo y decidí ser sincera y dejarme llevar por mis sentimientos.- No he tenido en ningún momento en cuenta tus sentimientos o cómo te podías sentir al verme con Daniel cuando ambos sabemos cómo era nuestra relación. Era especial, Charles. No sé que éramos, pero era precioso. No me he sentido con nadie más así, ni tan cómoda, tan importante, escuchada y querida. Quiero a Daniel, pero no de esta forma. Contigo es diferente. Siempre que estaba mal lo notabas. En tu casa en Woking al lado del río me notaste triste y viniste conmigo y me escuchaste. -el chico a mi lado sonrió ante el recuerdo.- Luego en el apartamento aquella noche cuando os invité a ver The Maze Runner después de la mudanza, y me salí porque no estaba bien, fuiste el único que lo notó y saliste conmigo. Y me escuchaste. -una lágrima se escapó de mi ojo.- Y yo nunca tuve en cuenta ni valoré todo eso. Tampoco cuando casi sin conocerme me dejaste quedarme en tu casa porque yo fui una imprudente y me fui con casi ningún recurso. No me di cuenta de todo lo que habías hecho por mí hasta que ya no te tuve conmigo. Y me sabe fatal eso. Pero ahora al menos sé que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.

Charles me miró a los ojos con sus preciosos ojos verdes, que ahora brillaban por las lágrimas después de escucharme hablar.

-Estás perdonada, mon amour. -una oleada de tranquilidad me consumió por dentro.- Siempre vas a estarlo. Porque si hablamos de errores, yo he cometido muchos también, pero ya está.

-¿Ya está entonces? -pregunté. Charles asintió, y luego se acercó a mí sonriendo.

En paz por fin.

Puso su mano en mi mejilla y la acaricó suavemente con su dedo pulgar. Barriendo de vez en cuando algunas lágrimas que aún arruinaban mi maquillaje.

-Dios, tengo que tener una cara horrible. -dije separandome un poco de él y intentando arreglar un poco el desastre que las lágrimas habían causado.

-Que va. Estás preciosa.

Le miré rodando los ojos y él simplemente levantó los hombros gracioso, acción que me hizo reír. 

Pero inmediatamente dejé de hacerlo cuando recordé algo.

-Tengo que hablar con Daniel. -el monegasco al nombrar aquel nombre dejó de sonreir.- Charles, tengo que decirle realmente lo que siento y lo que me pasa. Tal vez lo haga despues del homenaje a Francis, pero no esto...

-Jessica. -me interrumpió Charles un segundo.- ¿Escuchas eso? 

-¿El qué? -pregunté a los segundos después de no escuchar nada.

De repente, el sonido del himno de australia se escuchó a lo lejos. Y mi corazón se paró al recordar la carrera. Se me había olvidado completamente. Y Daniel estaba ahí. Y yo no.

-Mierda. -susurré.

Lo siguiente que hice fué correr lo máximo que me permitían mis piernas hasta el podio, con Charles por detrás. Cuando llegamos, pude distiguir a Lewis Hamilton en tercer lugar y a Max Verstappen en el segundo. Luego a un piloto de negro y amarillo con la cabeza gacha algo triste mientras sonaba el himno de su país.

Cuando por fin conseguí estar en primera fila, después de empujar a varias personas que me miraron mal y perdiendo de vista a Charles, miré al chico con el que había estado compartiendo mi vida ultimamente pero que, no amaba.

Este recibió su trofeo, al igual que los otros dos pilotos. Y después celebraron con el champán. Pero a diferencia de sus otras victorias, en esta no sonrió, y tampoco hizo su famoso shoey.

Cuando estuvo a punto de abandonar el podio, se quedó quieto. El australiano miró atrás y me vió abajo con los ojos llorosos y con una mirada que creo que fué suficiente para que lo entendiese todo.

Y creo que lo fué, porque lo siguente que le vi hacer fué desaparecer junto a los otros dos pilotos.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Aug 12, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

𝐹𝑒𝑟𝑟𝑎𝑟𝑖'𝑠 𝐺𝑖𝑟𝑙 ➪  ᴄʜᴀʀʟᴇs ʟᴇᴄʟᴇʀᴄ ғɪᴄWhere stories live. Discover now