A través de la Melodía (Wenclair)

26| Milanesa y Mermelada

Enid Sinclair POV

–Definitivamente me gustas, me gustas mucho–. Le digo a ella con una amplia sonrisa.

Hoy me dí cuenta de eso, cuando no la ví hoy en la escuela, me sentí extraña como si me faltara algo. La extrañé demasiado. Extrañé estar con ella, su sonrisa, extrañé ir con ella al club de música. Ayer tampoco fuimos y me sentí fatal.

Entonces ahí me di cuenta de lo mucho que ella me importa y me gusta. Pero ahora lo confirme aún más con ese beso.

Oh Dios que beso, nunca nadie me había besado así con tanto deseo. Ese beso me dejó loca.

Al principio cuando la besé y no me correspondió me sentí muy mal, pero gran recompensa que me lleve con ese último beso.

–Y yo estoy perdidamente enamorada de ti Enid–. Dice ella mirándome como siempre lo ha hecho y me hace salir de mis pensamientos para dejarme en un completo estado de shock.

¿Cómo que ella está enamorada de mi?

–¿Qu-qué?–. Digo sorprendida y nerviosa.

–Si Enid, estoy enamorada de ti–. Me dice con su hermosa sonrisa que me hace sonreír a mi también. Cabe recalcar que ella aún está sentada encima de mi.

–Pe-pero ¿Desde cuándo Mer?–. Le pregunto confundida. Ella sonríe y me dice:

–¿Cuáles de las dos veces quiere que te diga?

–¿Cómo qué dos veces? No entiendo–. Le digo frunciendo el ceño confundida. Ella se ríe ante eso que dije. Me encanta su risa, ella no es de reírse mucho pero cuando lo hace es como música para mis oídos.

–¿Me creerías si te digo que me enamoré de ti dos veces?–. Me dice enarcando una ceja entre divertida y tierna.

–¿QUÉ? Aún no estoy entendiendo, cuéntame–. Le digo confundida.

¿Cómo que ella se enamoró de mí dos veces? ¿Eso es posible? Pensé que el amor aumentaba no que se dividía en dos partes.

–Bueno es una larga historia–. Me dice ella con una ligera sonrisa.

–Y yo tengo todo el tiempo del mun...

Mis palabras fueron interrumpidas por un beso de su parte. Esta vez me está besando con mucha suavidad y delicadeza, saboreando mis labios con demasiada ternura. Todos sus tipos de besos me hacen ver el cielo. De verdad, nunca había sentido tantas cosas con solo un beso.

–Lo siento, es que deseé probar esos labios por tanto tiempo, que ahora que tengo la libertad de hacerlo solo quiero besarte y no parar–. Me dice ella con una ligera sonrisa. ¿Hay algo más tierno que esto? No lo creo.

–No te preocupes, yo no me quejo si lo haces–. Le digo con una sonrisa pícara y agarro su cintura.

–Enid–. Me dice ella mirándome seria pero con un brillo en sus ojos.

–Mmjum–. Le digo mientras miro sus labios. Son perfectos, carnosos, suaves, rosados. Es demasiado hermosa.

Ahora que acepto que siento algo por ella no dejo de admirarla.

Todas esas sensaciones que ella me hace sentir, esas mariposas en mi estómago, todos esos sonrojos, esa necesidad de estar con ella. Todas esas cosas gritaban en mi mente "TE GUSTA" pero no lo quería aceptar, no lo quería ver. Porque nunca me había sentido así con una chica, por eso me estaba volviendo loca de la confusión. Pero ya no lo estoy más, ella me gusta demasiado.

–Me voy a sentar en el sofá porque no puedo concentrarme estando de esa forma y en vez de hablarte sobre mis sentimientos, terminaremos haciendo otra cosa–. Me dice ella con una leve sonrisa y se quita de encima mío para acomodarse en el sofá frente a mi. Yo también me acomodo para quedar frente a ella. Las dos con las piernas arriba del sofá, en la posición modo yoga.