A través de la Melodía (Wenclair)

35| Solo el amor duele así

Merlina Addams POV

–¡ENID!–. Grito muy fuerte cuando la veo corriendo muy lejos de mi.

No joder, ella me malinterpretó. Jamás pensaría que solo es un cuerpo bonito y su personalidad no es relevante.

Pero los patanes como Ajax, solo la quieren utilizar y no quiero que eso pase. Y menos estando conmigo.

–¡Quitense joder!–. Les grito a la multitud de gente que se ha atravesado en mi camino, haciendo que Enid se me pierda de vista.

Algunos de ellos se apartan, otros siguen grabando como si nada. Escucho burlas, insultos y muchas cosas más, pero las ignoro porque lo único que tengo en mente ahora mismo, es encontrar a Enid.

Verla quebrarse en llanto y saber que fue por mi culpa, me hace sentir la peor persona de este mundo. Ella no merece que la haga llorar. Le dije que la protegería, que sería su apoyo, le prometí que nadie le haría daño.

Pero nunca me imaginé que esa persona podría ser yo. Sé que la lastime y mucho. Pero ella no me comprendió al cien por ciento.

Quiero que abra los ojos y no se deje engañar de ese maldito idiota, ese malparido solo quiere ganarse su confianza nuevamente para engañarla y tenerla de su lado. Pero no sé saldrá con la suya.

La busco por todas partes, pero no encuentro ningún rastro de ella. No está en los vestidores, ni en la biblioteca, ni en la cancha, tampoco en los baños, no la encuentro por ninguna parte y creo que no me queda más lugares para buscar.

¿Dónde estás Enid?

No te escondas de mi por favor, no puedo soportarlo.

Ya cansada de buscar por todas partes y no encontrarla, decido sentarme en los asientos de la cancha de basket. Apoyo los codos en mis rodillas y me paso las manos por mi cara.

No estoy bien. Si ella está mal, yo también lo estaré. Necesito encontrarla.

–¡AAA!–. Ahogo un fuerte grito de frustración.

Maldito Ajax, todo es tu culpa. ¿Cómo te atreves abrazar a mi chica? ¿Cómo te atreves a defenderla? No quieres ser su maldito amigo joder, con ese cuento barato no me vas a comprar, puto de mierda, solo quieres aprovecharte de ella y eso si que no.

–Veo que estás teniendo un pésimo día–. Escucho decir a alguien que de inmediato logro identificar como Xavier.

Miro en su dirección y veo que está unos tres asientos más arriba de mi. Ni siquiera me dí cuenta que estaba ahí mientras subía.

Desvío la mirada y me quedo en silencio.

–Sé que dije que ya no te iba hablar, pero me parece que necesitas desahogarte.

Me giro para mirarlo con una ceja enarcada.

–¿Me ves cara de querer desahogarme contigo?–. Le pregunto secamente y el suelta una ligera risa.

–Ya lo suponía–. Dice para luego levantarse y dirigirse hacia mi, se sienta a mi lado pero con una distancia prudente entre los dos.

–¿Que haces?–. Este chico se ha vuelto loco.

–Solo me siento a tu lado, para escucharte mejor y para no estar hablando en voz alta–. Me dice mientras mira al frente.

Sí, se ha vuelto loco. La soltería lo tiene así de seguro.

–Escucha Merlina–. Me dice cuando ve que no tengo la intención de hablar. –Deja de actuar como una cría de trece años y madura joder–. Me dice alzando la voz un poco y mirándome fijamente. –Esta bien, ya no somos pareja, en las últimas semanas he sabido sobrellevarlo y ya no me siento tan mal como antes. Pero con tu actitud de no querer hablarme, te hace ver dolida como si todavía sintieras algo por mi, cosa que sé que no es así. Por lo tanto, no hay ningún motivo por el cual no puedas hablarme.