38| Sorpresa mojada

1.1K 89 313
                                    

Cuando estoy a mitad de camino a la casa de Enid, un pensamiento pasa por mi mente y freno en seco, me estaciono en la orilla de la acera.

-¿Pero qué diablos estoy haciendo?-. Digo molesta. -Es obvio que Enid no me dejará pasar a su casa, en cuanto me vea me cerrará la puerta en la cara-. Estampo mi frente hacia el volante con frustración.

-Piensa Merlina, piensa-. Digo mientras sigo estampando mi frente hacia el volante repetidas veces. Logrando que suene la bocina.

Cuando tengo al menos cinco minutos pensando en un plan para que Enid me deje pasar a su casa sin ningún problema, ningunos de los planes me convencen, en todos sé que voy a fracasar.

Pienso en entrar por la ventana de su habitación, pero sé que se dará cuenta y lo más probable es que me aviente hacia abajo por lo furiosa que se podría.

-Oh-. Un bombillo acaba de encenderse en mi cabeza. -¡Joder sí! Eso es lo que haré-. Digo muy emocionada.

Enciendo el auto y doy la vuelta para dirigirme a mi casa de nuevo.

Necesito buscar esas otras cosas para que mi plan funcione a la perfección.

Cuando llego a casa, estaciono el auto y me bajo lo más rápido posible, entrando corriendo a la casa.

En la sala veo a Pericles solo en la mesa cenando y deduzco que mis padres no han llegado del trabajo. Veo a Diana sentada en el sofá viendo tele. En cuanto siente mis rápidos pisotones, voltea a verme.

-No subas las escaleras corriendo Merlina, te puedes resbalar y caer-. Me dice seria. Yo asiento levemente y subo un poco lento, pero cuando sé que ya no me vé, vuelvo a correr. Me dirijo al ático dónde están las cosas que necesito.

Entro, enciendo la luz y mis ojos viajan por todo el lugar, en busca de lo que necesito.

Cuando lo veo en un rincón, se me forma una sonrisa en los labios y algunos recuerdos de cuando era pequeña.

Ese micrófono y ese altavoz han sido testigos de muchas noches de karaoke que hacía en mi habitación cuando era pequeña y mis padres no estaban en casa. Seguramente solo Diana sabe de esas noches pero nunca entró a mi habitación a decirme algo.

Tomo las cosas y bajo del ático. Cuando voy caminando por la sala con las cosas, Diana al escucharme, se gira y me voltea a ver de nuevo. Cuando ve lo que estoy sosteniendo, su ceño se frunce en confusión pero luego sonríe negando con la cabeza.

-¿Volvieron las noches de karaoke?-. Me pregunta burlona y yo me quedo en shock un momento, sospechaba que me escuchaba pero solo era una especulación. Ahora sé que si me escuchaba.

-Si pero no serás tú la que me escuche en primera fila-. Digo divertida y ella ríe.

-Que pena-. Me dice fingiendo estar triste y yo ríe ligeramente para luego salir de la casa y guardar las cosas en mi auto.

Cuando estoy a punto de subirme para arrancar hacia la casa de Enid, otro pensamiento pasa por mi mente.

-¿Que canción le voy a cantar?-. No había pensando en eso joder, estaba tan entusiasmada que ni siquiera eh pensado en una canción, que es lo más importante en todo esto.

Que estúpida soy.

Que bueno que lo sabes.

Me tienes harta estúpida conciencia. Vete y déjame pensar.

De nuevo entro corriendo a la casa y subo rápidamente las escaleras, no sé si Diana me dijo algo o no, mis oídos no están en sintonía en este momento.

A través de la Melodía (Wenclair)Where stories live. Discover now