37| Invertido

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Enid Sinclair POV

Acabo de cenar y de jugar un rato con Milán hasta dormirlo. Mi tía no ha venido del trabajo, por lo cual solo estamos él y yo en la casa.

Sin más nada que hacer, subo a mi habitación y me recuesto en la cama.

De inmediato pienso en Merlina. Es inevitable no pensar en ella. La extraño mucho y apenas tenemos un día de estar separadas.

Bueno, no diría separadas, más bien un tiempo. Un tiempo para que me demuestre que puede cambiar y aprender de sus errores.

Pensándolo bien, solo tenemos una semana siendo... Bueno, no somos nada y a la vez lo somos todo. Nos tratamos como novias pero no lo somos.

Imagino que tarde o temprano algún problema tenía que suceder pero pensé que no sería algo del otro mundo y que lo solucionaríamos de inmediato. Pero no fue así.

Aunque esto no significa que es el fin, espero que no lo sea, espero que luche por ganarse mi confianza de nuevo. Porque a pesar de mostrarme cruda y fría por fuera, por dentro solo quiero abrazarla, besarla y perdonarla para acabar con la tortura de no tenerla.

Pero no, tengo que ser fuerte, las cosas no se pueden evitar ni perdonar así de fácil por más que se quiera a una persona, porque siempre va a cometer "errores" pensando que todas las veces será perdonado.

De repente me llegan a la mente, flashback de los mejores momentos que tenemos juntas. Recuerdo el principio, la dinámica de "la chica del piano y la admiradora secreta" de solo recordarlo me saca una sonrisa.

Por cierto, recuerdo que todas las cartas que me dió las guardé debajo de mi cama.

De inmediato me levanto, subo el colchón de mi cama y ahí las veo. Sin poder evitarlo, esbozo media sonrisa.

Agarro algunas de las cartas y me subo de nuevo a la cama, con la intención de volver a leerlas.

Veo una carta demasiado larga y me imagino lo que tiene escrito. La desenvuelvo y la leo.

"Hola, soy tu admirador secreto, la persona a la cual tienes volando con cada melodía que tocas, así es, no solo te he escuchado una sola vez como te das cuenta, desde que te escuche por primera vez, tus melodías no dejan de sonar en mi cabeza, me has hecho darme cuenta que sí puedo sentir emociones que nunca pensé que sentiría, que siempre dije que era algo estúpido, y lo que te estoy diciendo lo es pero solo estoy diciendo la verdad desde mi frío corazón que cuando te escucha se derrite completamente, no te conozco y quisiera conocerte. Necesito ver a la protagonista de esas melodías. PD: Me encanto la melodía de hoy, fue diferente a las demás, sentí una felicidad muy genuina y unas ganas de comerte la vida. ATT: A.S."

Y aquí está, la carta que me dejó completamente sorprendida y de alguna manera, encantada y sin temor.

Esa fue la segunda carta, la primera fue en la que me dijo "Eres increíble, me encanta como tocas. Att: Admirador secreto". Esa misma carta fue la que me provocó un ataque de ansiedad en el baño. Y pensándolo bien, todo a estado conectado siempre, si no me hubiera enviado esa carta, Merlina no me hubiera encontrado en el baño llorando y no hubiésemos pasado la tarde juntas en el parque ese mismo día. Ella trató de hacerme sentir mejor y lo hizo.

Siempre ha sido ella. Creo que de alguna manera, estábamos destinadas a encontrarnos. Ella encendió la luz que había estado apagada desde la muerte de mis padres y yo le demostré que puede sentir y que eso no es una debilidad.

Nos necesitábamos mutuamente.

Una notificación de mi teléfono logra sacarme de mis pensamientos.

A través de la Melodía (Wenclair)Where stories live. Discover now