More than friends |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤, 𝐉𝐢𝐦𝐢𝐧

Diez

                     Yuseol;

—¿Cómo sabías que hoy era mi exposición y que era en ese lugar? —miro a Jimin una vez que se detiene frente al restaurante al que habíamos ido a cenar porque sí, al final acepté la invitación.

—Tu jefe fue quién me lo dijo.

Claro, Jin. Por alguna razón no me sorprende. Me quito el cinturón de seguridad dispuesta a abrir la puerta para bajarme, pero Jimin me detiene.

—No hagas eso. No sería correcto para mí.

Y baja del auto para rodear este y seguidamente abrirme la puerta. Y eso me sonroja. Presiono mis labios y me sujeto de su mano cuando me la tiende para salir con cuidado del auto. Cierra la puerta y me dedica una pequeña sonrisa que me hace quedarme fascinada por un segundo. Le da la llave de su auto a un señor que al parecer estaba contratado para eso y pone mi mano sobre su brazo para comenzar a caminar.

Y en lo que nos adentramos al interior del glamuroso restaurante pienso en las palabras que me dijo cuando me entregó el ramo antes de que Jungkook llegara:

—Lo siento pero la verdad es que no soy un hombre que se rinde fácilmente. Y no voy a mentir, Yuseol. No es por el suéter, no es por la "supuesta deuda" que me debes; es que realmente quiero pasar tiempo contigo.

—Sobre lo que dijiste... —hablo, cuando nos detenemos en la entrada y él me mira—. Sobre que quieres pasar tiempo conmigo.

—¿Que ocurre con eso?

—¿A que realmente te referías?

Y me observa por un corto tiempo de segundos, detalla mi rostro y me siento muy tímida por la mirada intensa que me dedica. Vuelve a mirarme a los ojos, y sonríe.

—Estoy seguro de que lo sabes.

Y antes que pudiese comentar algo al respecto una chica se nos acerca para guiarnos hasta la mesa en la que nos sentaríamos.

El restaurante era bastante elegante, con una decoración detallista y sofisticada. Habían unas cuantas personas y por la presencia que mostraban era más que claro que eran gente adinerada. Jimin aparta una silla para mi y le agradezco para sentarme. Él toma asiento en la otra en frente y enseguida traen la carta. Observo a nuestro alrededor disimuladamente.

—¿Está todo bien? —pregunta Jimin captando mi atención.

—Oh, sí —sonreí—. Pero es que... esto parece caro.

—No te preocupes por eso.

Y cuando miro los precios de cada platillo pestañeo seguidamente sorprendida por los números tan grandes que habían allí. Miro a Jimin en busca de una respuesta y lo encuentro mirándome con atención y una sonrisita divertida como si ya se esperara mi reacción.

—No creo que pueda seleccionar algo de esto —lo miro avergonzada.

—Solo escoge lo que mas te guste —responde divertido mirándome.

—¿Que es lo más barato?

Suelta una risita.

—¿Quieres ir a otro lugar?

—¿Podemos?

—Si es lo que quieres claro, podemos.

Y me avergonzó mucho que termináramos "cenando" comida italiana en un restaurante al aire libre solo con vista a una bonita fuente en medio de la calle y a las personas que pasaban por nuestro lado.

—Lo siento —lo miro avergonzada.

—¿Por qué? —limpia sus manos con una servilleta mientras me observaba con atención.