More than friends |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤, 𝐉𝐢𝐦𝐢𝐧

Treinta y cinco

                        Yuseol;

—Me preocupa mucho la salud de la señora Song, Yuseol. En estos días ha estado inapetente y los delirios viendo a tu padre se han vuelto mucho más frecuentes.

—¿Es tan grave?

—Definitivamente sí, puede empeorar y ya nosotros no nos haríamos cargo de eso. Lo sabes ¿cierto?

Jimin sujeta con fuerza mi mano haciendo que lo mire y me dedica una sonrisa que sé que me transmite apoyo y un "todo estará bien".

—¿Puedo verla?

—La verdad no lo recomiendo, pero eres su hija y creo que tal vez le haga bien —responde—. Pero puedes entrar solo tú; a ti te podría reconocer con más facilidad, alguién externo a lo mejor...

—Está bien; la doctora tiene razón Yuseol —miro a Jimin—. Entra y pasa tiempo con tu mamá.

—Realmente quería que la conocieras.

—Estoy seguro de que habrá mucho tiempo para eso —acaricia mi mejilla—. Lo importante es que estés con ella ¿sí?

Me despido de Jimin con un abrazo y luego una de las enfermeras me guía hacia el patio de descanso de todos los pacientes del hogar. Allí estaba mi madre acompañada por un enfermero; al vernos se despide y la enfermera me deja con mi madre dedicándome una sonrisa antes de irse. Suspiro y entonces miro a mi madre que en la silla de ruedas miraba hacia algún lugar con la mente perdida, como con sus pensamientos bien lejos.

—Hola mamá —hablo, intentando captar su atención pero no lo logro. Presiono mis labios y me agacho a su lado para verla más de cerca—. ¿Has estado bien?

Ella sigue sin prestarme atención y sin siquiera mirarme. Y está en esos momentos donde se olvida totalmente de mí.

—En unas semanas estarás de cumpleaños —vuelvo a hablar mirándola—. ¿Hay algo que quieras?

Ella me mira entonces y a pesar de que nuestros ojos se están encontrando e incluso nos estamos mirando ambas, los suyos no parecen sentir en ese preciso momento ningún tipo de emoción, sentimiento o calidez hacia mí. Y eso, una vez más me lastima.

—¿Puede invitar a Song Yuhee?

Me le quedo mirando y bajo mi cabeza por unos segundos.

—Intentaré hacerlo —murmuro.

—Mientes —contesta—. Él está muerto.

—Mamá-

—Yo debería estar con él también —intenta levantarse de la silla de ruedas pero la sujeto de la mano.

—Mamá, por favor.

Ella se suelta de mi mano y comienza a caminar.

—Estás descalza, puedes hacerte daño —trato de tomarla del brazo con suavidad pero ella mueve este apartándome de ella.

Continúa caminando y una enfermera que se da cuenta y nota como mi madre no quiere ceder ante mi llamado e intento de que vuelva a la silla, con otro enfermero vienen hacia el lugar intentando lo mismo que yo pero mediante otros medios. Mi madre se rehusa nuevamente y tienen que emplear la fuerza para llevarla adentro. Me lastima mucho como se encuentra, la forma en la que está actuando y lo descontrolada que parece estar. Se me llenan los ojos de lágrimas mientras veo como se la llevan y ella sigue rehusándose mientras dice una y otra vez el nombre de papá.

—Yuseol, lo mejor es que por hoy te vayas. Te mantendremos al tanto.

Solo asiento y ella se va en seguida siguiendo la misma dirección en la que mamá se fue con los enfermeros. Suspiro fuertemente y paso mis manos por mi rostro tratando de quitar cualquier rastro de lágrima sobre mis mejillas aunque es prácticamente imposible porque los ojos se me volvían a llenar de lágrimas al instante.