15.

129 21 8
                                    

Mi corazón está tan lleno de ti que apenas puedo llamarlo mío

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mi corazón está tan lleno de ti que apenas puedo llamarlo mío.

liana rădulescu

━━ ۵ ━━

EL VIAJE HACIA Ossus, planeta terrestre situado en los Territorios del Borde Exterior, había sido emocionante. Al llegar por separado en sus naves, habían podido disfrutar de una gran libertad e independencia, pese a que Elena todavía estaba aprendiendo a dominar los controles de su nave, especialmente durante los aterrizajes.

—Oh, no. Esto no va a acabar bien—musitó Elena, aferrándose al control.

Aunque tenía a BB-4 con ella para ayudarla en las maniobras, la falta de experiencia le jugaba en contra. A medida que descendía hacia el suelo, la nave temblaba ligeramente, y Elena luchaba por mantenerla estable.

La nave aterrizó con un golpe, sacudiendo a Elena en su asiento y haciendo que el droide emitiera unos pitidos de alerta.

—Bueno, eso ha sido un aterrizaje interesante —declaró esta, soltando una risita nerviosa—. Creo que todavía necesito un poco de práctica. Lo haremos mejor la próxima vez, BB-4.

Din, quien había aterrizado sin problemas, observó ya fuera de su nave la brusca maniobra de aterrizaje de Elena. Otro droide, R2-D2, parecía haberlos estado esperando. Mientras Elena se bajaba de su nave, Din le explicó el motivo de su visita al astromecánico.

El droide emitió unos pitidos y se adentró en el denso bosque de bambú, guiando a Din y Elena por un amplio sendero. El suelo estaba cubierto de una alfombra de hojas secas, que crujían bajo sus pies con cada paso. El aire fresco y húmedo llenaba sus pulmones, cosa que era un alivio para Elena después de la agonía que había experimentado al tener que soportar el intenso calor de Tatooine.

Una vez dejaron atrás el exuberante bosque de bambú, ambos presenciaron una escena intrigante: decenas de droides trabajando arduamente, cargando piedras hacia un terreno elevado.

Intrigada, Elena se acercó para obtener una mejor vista. Fue entonces cuando R2-D2, de manera voluntaria, decidió apagar sus sistemas. Sus luces se atenuaron y quedó en silencio. 

—Hey, droide. No te apagues. Despierta.

Din sacudió la mano frente a R2-D2, pero no obtuvo ninguna reacción. Intentó hablar con los otros droides, pero tampoco recibió respuesta. En vez de eso, estos se pusieron a construir un banco utilizando piedras y bambú cortado.

—Supongo que eso significa que tenemos que esperar aquí —dijo Elena.

Ambos se dejaron caer en el banco, observando el trabajo de los droides mientras esperaban. El silencio reinaba en el lugar, solo interrumpido por el sonido de los droides llevando piedras y colocándolas con gran precisión una encima de la otra.

A través de la galaxia || The Mandalorian [Libro II]Where stories live. Discover now