Capítulo 1

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—Hombre, necesitas cambiar de ambiente—Jeff Satur levantó sus largas piernas sobre la otomana ubicada frente al sofá —¿No es tu casa, no sé, un poco asfixiante?—

Mile Phakphum soltó un suspiro resignado. Muy pocas veces su mejor amigo lo visitaba en el solitario penthouse. Al menos desde que había contraído matrimonio con Grace, Jeff se había mantenido a kilómetros de distancia de él y su ex esposa. Según Jeff, ella no le agradaba lo suficiente como para compartir una charla cordial los domingos. Incluso para él eso fue ir demasiado al extremo.

En aquel momento Mile no lo entendería, pero ahora, luego de por fin deshacerse de la mujer, se dio cuenta de lo arribista y cínica que era.

Su matrimonio comenzó a ir en declive los últimos dos años. Era más el tiempo que discutían que el que estaban juntos, diablos, apenas se veían por la apretada agenda de trabajo de ambos. Ello conllevó a que la relación se enfriara, se acabara la atracción física y por ende, el "nosotros ".

Jeff se había adueñado de su mini bar apenas tuvo oportunidad, pequeña mierdecilla, le dijo Mile cariñoso. Algunos hábitos no habían cambiado entre ellos desde que se hicieron amigos en la universidad. Eran el polo opuesto del otro y, sin embargo, Mile todavía no sabía cómo no se habían arrancado la cabeza todavía.

Miró a su amigo dar un largo trago a su whisky y alzó una ceja.

—Me siento bien en mi casa. Pero muchas gracias por vaciar mi bar—contestó por fin Mile—

—Por nada —Jeff le guiñó un ojo y dejó el vaso a sus pies—Mira, hasta ahora me he mantenido al margen para no ser un dolor en tu culo—

—¿Peor de lo que ya eres?—dijo Mile con sarcasmo—

—Esto es deprimente Mile, en serio. ¿Un sábado en la noche metido en casa?, este no eres tú —

—Sí, este soy yo, aburrido y viejo. Saca tu culo de mi lugar Jeff, no estoy de ánimo para salir—Mile regresó la vista a su tableta, todavía tenía que analizar algunos contratos —

—Dificilmente 31 años es viejo —Jeff se puso de pie y le arrancó la tablet de las manos. Mile lo fulminó con la mirada pero a Jeff le importaba una mierda —Suficiente, arrastra tu triste culo hacia la ducha y vístete, hoy vamos a salir —

—Jeff, no creo...—Mile sacudió la cabeza a punto de dar su típico discurso —

—Te espero en el lobby, tienes media hora, si no te voy a arrastrar—dicho esto, Jeff agarró sus llaves de la mesa de café y salió de la habitación —

Mile maldijo entre dientes, el tipo realmente era insistente. Lo mejor sería obedecer, Jeff podía llegar a ser insoportable cuando se lo proponía. Si terminaba rápido con esto, regresaría pronto a casa y podría terminar de trabajar y luego, oh sí, relajarse un rato en la piscina.

Exactamente media hora después estaba subiendo a su auto con Jeff pisándole los talones. El muy astuto le dijo el bar al que irían ya cuando estaba conduciendo. A él en lo particular no le gustaba Crush, estaba  bastante lejos y se llenaba demasiado luego de las once de la noche. No tenía muchas esperanzas para esta velada, contando con que era sábado.

Probablemente habría más flujo de clientes, personas que iban a relajarse  luego de una estresante semana de trabajo, otros que se refugiaban en el alcohol para reparar un desamor hasta perder la conciencia, él lo sabía bien porque había pasado por ahí.

Una vez que aparcó en el estacionamiento casi lleno, se tomó un momento para replantearse si realmente estaba haciendo esto.

—No tengo todo el día para tus crisis existenciales —Jeff agarró en su bolsillo trasero un cigarrillo, rebuscó en su chaqueta su mechero, y lo encendió—Te espero afuera—

Dulce Secreto// MileApo +18Where stories live. Discover now