Capítulo 11

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Alice Thompson sabía del enamoramiento de Apo por Mile. Él mismo se lo había confesado al poco tiempo de hacerse amigos. Ella sintió pena por Apo; desde su punto de vista, solo estaba siendo utilizado para el placer de un tipo que no quería admitir que le gustaba lo suficiente. Apo se merecía a alguien mejor, alguien que lo cuidara, que lo amara y respetara como se merecía. Pero uno no puede mandar en el corazón, si todavía sus latidos eran para Mile,¿qué más podía hacer ella?

Sería una mentirosa si no admitiera que le dolió un poco la decisión de Apo. A ella le gustaba mucho, realmente creyó que era el indicado para establecerse por unos años, tenían química, no solo en la cama, tenían una manera  peculiar de complementarse a pesar de los dos ser un desastre andante.

Cuando Apo llegó a su apartamento y terminó las cosas, Alice no se sintió tan sorprendida como esperaba. Apo era la persona más genuina y honesta que había conocido en toda su vida. Él habló con ella, expuso sus sentimientos, le contó todo lo sucedido con Mile en la oficina con evidente abatimiento. Él no estaba seguro de querer regresar todavía, se dio cuenta.

Era comprensible, nadie querría regresar a una relación clandestina intermitente, una relación que solo les haría daño a ambos, pero si él escogió ese camino ella no iba a detenerlo. No era esa clase de mujer. Pero como amiga suya que era sí le dijo la muy mala idea que era todo eso, Apo le dio la razón.

Horas después, ambos yacían desnudos, enredados entre la extremidades del otro, luego de haber tenido sexo por última vez. Apo dijo algo sobre sexo de despedida, era un ritual que tenía cuando terminaba una relación, según él. Alice no se opuso, después de todo sus caminos se separarían a partir de ahí.

El sexo fue bueno, fue alucinante. Apo la cogió más fuerte que nunca, tan primitivo y caliente que Alice sabía que lo iba a extrañar. Ambos se sentían extrañamente liberados luego de ello.

—Sabes que te mereces algo mejor, ¿cierto?—Alice acarició el pecho desnudo de Apo, él estaba mirando el techo—

—Lo sé —Apo contestó en voz baja—Tú también mereces ser feliz —la miró a sus ojos claros, Alice era tan bonita que parecía una muñeca de porcelana —Como que me gustas mucho como para hacerte una mierda y engañarte —

Ella se rio con la mirada sospechosamente brillante. Apo sintió el pecho oprimido, él tenía sentimientos por ella después de todo. La abrazó contra su cuerpo y la besó en la frente.

—Sabes que te quiero ¿verdad?—

—Sí...—Alice apretó su mejilla sin soltarlo—Yo también te quiero. Sé feliz Po, y si en algún momento necesitas algo, lo que sea, voy a estar ahí, ¿de acuerdo?—

—Gracias—

Apo estaba agradecido de haberla conocido, de haber compartido esos meses con ella, aunque fueran pocos. Ambos se merecían algo mejor, así que un cierre limpio y honesto fue suficiente.

La mañana de Apo fue terrible, tuvo a su mejor amigo en su habitación frunciéndole el ceño como un cachorro pateado desde que había irrumpido en su piso.

—Eres un idiota—Barcode lo miró enojado—

Apo sabía que él diría eso, quizás lo era.

—Mile te va a joder Po, te va a joder y luego se irá todo a la mierda—Barcode movió su pie ansioso—Sé que eres un hombre adulto, uno que es capaz de discernir entre lo bueno y lo malo, pero ahora mismo no tengo confianza en tus elecciones ¿En serio vas a regresar con él?—

Apo se estiró bajo las sábanas y se sentó.

—Todavía no estoy muy seguro, porque sé que esto es una mierda y el que saldrá mal parado seré yo—Apo alcanzó un cigarrillo y lo encendió —

Dulce Secreto// MileApo +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora