Capítulo 25

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Apo se quedó sentado en su habitación, totalmente en shock, luego de que Grace se fuera. Sinceramente, no tenía intención de dejarla pasar, pero creyó que sería un buen momento para decirle al menos unas cuantas verdades en su cara. Sin embargo, como terminaron las cosas no fueron para nada esperadas.

Un secreto de esta magnitud no podía recaer en sus hombros. Probablemente Barcode ya sabía de esto, conociéndolo, presionó a Jeff para que hablara. Y Jeff... Tenía que ser realmente descarado para fingir demencia todo ese tiempo frente a Mile. Su amigo...pura mierda.

Apo tenía que pensar muy bien qué iba a hacer con esta información. Porque sabía que Grace no le contó todo eso solo porque lo quiere “proteger” de Mile. Ella era estúpida al querer regresar con un hombre así o demasiado astuta y estaba poniendo a todos contra todos para lograr salirse con la suya. Apo se dejó guiar por la segunda opción.

Esa víbora estaba planeando hacer daño. Y no iba a parar hasta conseguirlo. Debía tener mucho cuidado con la forma en que abordaría este tema. No le tocaba a él decirle eso a Mile. Jeff era el que se tenía que sentar con él y ser sincero.

Apo restregó sus manos por su rostro cansado. En un rato Mile debía llegar a su casa. Primero lo primero. Tenía que hablar con claridad sobre lo que pasó en la oficina, desahogarse y si era necesario, darle al menos un puñetazo en la boca por todo lo que lo había hecho sufrir.

Apo sabía que Mile no era bueno para él. No era bueno para su salud mental, que de por sí ya estaba bastante desgastada.

El timbre de su apartamento sonó atronador en el silencioso del lugar. Apo suspiró y caminó hacia la puerta. Antes de abrir se miró a sí mismo. Parecía que acababa de salir de la cama. Rizos alborotados, rostro agotado, una camisa blanca y...nada más.

A la mierda. Para decir lo que tenía que decir no era necesario que estuviera hermoso. Se sentía como la mierda en este momento. En lo menos que estaba pensando era en verse bien para Mile.

Apo abrió la puerta con desgana y miró a Mile a los ojos. Mile se veía terrible. Tenía una oscura barba, el largo cabello cubriendo casi sus ojos y ojeras. A pesar de eso se veía delicioso con esa camisa azul y pantalón de mezclilla ajustado. Apo no iba a mirar su polla, la cual se marcaba obscenamente a través de la gruesa tela.

—Po...—Mile fue a hablar, pero una fuerte bofetada en su mejilla izquierda lo dejó petrificado—

—Esto es por besar a esa infeliz en tu oficina—Apo lo agarró por la camisa, lo metió en el apartamento y cerró la puerta de un tirón—

Otro fuerte golpe le llegó a Mile y gimió dolorido.

—Y esto es por toda la mierda que me has hecho todo este tiempo—

Mile se dejó golpear porque sabía que se lo merecía.

—Te odio por hacerme esto—Apo lo golpeó en el pecho—Eres un maldito, manipulador, desgraciado—

Mile lo agarró de la manos y forcejeó con él.

—No debería amarte—Apo se sentía enojado consigo mismo por ser tan estúpido—

—Lo siento—Mile lo abrazó y lo apretó entre sus brazos—Lo siento tanto, mi amor—le besó la cabeza sin soltarlo—

—Me mentiste—Apo habló en voz baja y se aferró a él—

—Realmente no te merezco—Mile suspiró y acarició la espalda de Apo—Eres una buena persona, Apo. Y yo...—

Apo frunció el ceño y se apartó. La mirada que le dio Mile lucía igual de triste que la suya. Ambos estaban sufriendo. Lo más inteligente para Apo era terminar las cosas antes de que salieran más lastimados. Debería correr de este hombre, él debería...

Dulce Secreto// MileApo +18Où les histoires vivent. Découvrez maintenant