Capítulo 18

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Las semanas se fueron arrastrando y con ellas los meses. El tiempo pasó demasiado rápido para Apo. De hecho, esa misma tarde Mile debía regresar de China. Afortunadamente los negocios iban viento en popa. La aceptación nacional fue excepcionalmente buena. Apo se sentía orgulloso de todo lo que había logrado Mile.

Increíblemente, Grace parecía haberse desaparecido. A Apo le resultó extraño tanto silencio. Algo maquiavélico debía estar tramando a sus espaldas. La investigación de Barcode con Jeff había sido un completo fracaso tras otro. Así que  le dijo a su amigo que desistiera. Él mismo investigaría lo necesario. Tampoco quería que se jodiera una relación por su culpa, él no era ese tipo de hombre.

—¿Po?—Nat tocó suavemente su mano—

—Perdón, sí, las galletas al horno. Entendido—dijo Apo, tomando las bandejas—

Nat le lanzó una mirada de sospecha a su hermano. Apo parecía demasiado apagado últimamente, demasiado pensativo. Era de conocimiento familiar que su novio estaba de viaje, quizás lo extrañaba. Nat no sabía decirlo con seguridad.

—Po...—ella se limpió las manos con un trapo y abrazó a Apo por la espalda —¿Está todo bien?—

Apo cerró el horno y se enderezó. Sus grandes manos se colocaron sobre las pequeñas y delicadas de su hermana.

—¿De qué hablas? Estoy bien, boba. Solo un poco ansioso. Hoy llega Mile —

Nat sonrió y apoyó la mejilla en la amplia espalda de Apo.

—¿Lo extrañas?—

—Terriblemente—admitió Apo en voz baja—

Nat lo acarició con cariño antes de soltarlo.

—¿Cuándo nos lo vas a presentar? Mamá y papá se sienten curiosos acerca de él —

Apo suspiró y se frotó la frente. Curiosos era un eufemismo. Sus padres lucían escépticos acerca de el noviazgo. No es que lo desaprobaran, muy lejos de eso, sino que les preocupaba la exesposa entrometida entre ambos. Esa historia no superada que volvió a resurgir. Solo lo querían proteger, y Apo lo apreciaba.

—Lo hablaré con él, ¿de acuerdo?—

Nat asintió conforme con esa respuesta. Apo entrecerró los ojos, su hermana lucía repentinamente nerviosa, no lo estaba mirando a los ojos.

—¿Qué pasa?—Apo la tomó por las mejillas suavemente—

—Yo...no le vayas a decir a mamá—Nat abrió los ojos cómicamente—

Apo se rio en voz baja, su rico tono retumbó en la cocina, pero Nat solo lo fulminó con la mirada.

—No te rías, te conozco. Te encanta chismear sobre mí con mamá—Nat lo pellizcó en el brazo y Apo chilló—

—Bien, no diré nada. Ahora, suéltalo—

—Conocí a alguien en el trabajo—Nat sonrió suavemente —

—¡Eso es genial! ¿Cómo es él, es mayor que tú, dónde vive?—Apo la acribilló a preguntas—¡Nat!—

—Apo, cállate. Me das jaqueca—Nat negó y caminó hacia la sala de estar—

—Ah no, no te vas a escapar. Derrama el té—Apo se dejó caer en su mullido sofá con las piernas cruzadas—

—Se llama John. Es uno de nuestros socios en Chiangmai—

—¿El australiano?—Apo parecía escandalizado—Ese hombre está que arde Nat, es una pena que no batee en ambos sentidos—

Nat golpeó a Apo en la cabeza y este rio.

Dulce Secreto// MileApo +18Where stories live. Discover now