Capítulo 5

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Había pasado una semana desde el beso que se dieron el la sala de reuniones de la empresa y Apo todavía no podía sacárselo de la cabeza.

Mile besaba como lo imaginó; dominante, duro, apasionado. Mentiría si dijera que no fue bueno, mierda le voló la cabeza y lo dejó con una incómoda sensación entre las piernas.

Apo quería más que un simple beso con ese hombre. Quería conocerlo, ser su amigo y sacarlo de ese agujero negro del que no parecía salir desde que se había divorciado.

Jeff le había contado que Mile no era el mismo. Se había encerrado en sí mismo y no dejó a entrar a más nadie en su corazón. Y, por primera vez, lo vio tener algún tipo de reacción hacia alguien cuando Apo lo enfrentó directamente como un camión que no tiene frenos.

Lo había golpeado tan duro que quedó totalmente noqueado con un solo golpe suyo. Cayó totalmente y muy fuerte en sus encantos.

Mile había decidido dejar en espera el tema del beso. No es que hubiera caminado de puntillas alrededor del tema. Simplemente no quería lidiar con eso ahora mismo, y Apo respetó su decisión.

Ahora que había logrado entrar poco a poco, no lo iba a joder. Le daría a Mile todo el espacio que necesitara. Joder, si Mile decidía que solo quería su amistad también lo tomaría con tal de estar en su vida.

Pero todo había sido diferente esa tarde cuando Mile envió un mensaje de texto al celular de Apo. Apo acababa de llegar del gimnasio por lo que estaba totalmente sudado, así que creyó que tomar una ducha fría sería buena idea. Mas no pudo evitar su sorpresa cuando encontró la notificación de un mensaje de Mile.

Oh bueno, el tipo quería invitarlo a cenar en su penthouse. Apo alzó las cejas ante la sorprendente audacia de Mile. Envió una corta respuesta afirmando que iría y le pidió que le enviara su dirección. Bien, esto iba a ser interesante.

Una hora después, Apo estaba aparcando su motocicleta en el garaje personal de Mile luego de pasar las medidas de seguridad. Cuando las compuertas se abrieron casi silbó impresionado ante la gran variedad de autos que el hombre poseía.

Bueno, Mile era millonario después de todo, no era tan sorprendente. Una vez que estuvo listo y se encaminó al elevador, se puso a analizar la situación.

En un inicio había creído que Mile quería repetir lo de la oficina luego tomarse una copa, pero ahora que lo pensaba mejor, quizás solo quería dejarle claro que nunca más lo volverían a hacer y que se mantuvieran profesionales. Maldición, Apo comenzó a inquietante con el pensamiento y ni siquiera se dio cuenta de que estaba en el piso de Mile hasta que lo vio parado en su puerta.

Apo bebió la vista frente a él. Cabello largo despeinado, barba incipiente que quería frotar contra su mejilla y unos pantalones de chandal y...nada más. Bueno, Mile perfectamente podría haberle avisado que era algo informal y se hubiera vestido con menos ropa.

Apo dio una larga y apreciativa mirada a la polla que podía ver cómo se marcaba a través de la suave tela. Dios santo, tuvo que apretar el casco en su mano para recordarse con quién estaba tratando.

—Eso fue rápido—fue el saludo de Mile y Apo alzó una ceja—

—Bueno, que me condenen si prácticamente no volaría al otro lado de la ciudad para cenar con el chico que estoy persiguiendo hace un mes—Apo se balanceó en sus piernas—No sabía que era algo informal, podría haber traído menos ropa—

Mile se miró a sí mismo y luego la vestimenta de Apo y sí, el tipo se había vestido para impresionar. Todo negro y transparente. Apo tenía una cintura inhumanamente pequeña. Mile supuso que sus pantalones eran hechos a medida. Apo se veía bien, como siempre, y una vez más se sintió mal por no haberse arreglado.

Dulce Secreto// MileApo +18Where stories live. Discover now