Capítulo 19

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Mile se removió en la enorme cama. El sol del mediodía le besaba la piel desnuda de la espalda. Se sentía demasiado agradable y cómodo. Un beso en su cuello le hizo cosquillas.

—Despierta, dormilón—murmuró Apo en su oído—

Mile soltó una risa ronca aún afectado por la neblina del sueño. Por supuesto que Apo lo despertaría con besos.

—¿Qué hora es?—la voz de Mile sonó apagada por la almohada en su rostro—

—Más de las doce del mediodía. No puedes estar en ayunas tantas horas—Apo se recostó sobre él y le mordió la sonrojada oreja—No seas vago—

—Mmm—Mile gruñó ante las caricias en su cuerpo dolorido—

Apo se rio suavemente. Era un sonido rico, indecente, malvado. Mile giró la cabeza y su boca fue tomada en un hambriento beso. Apo besaba como los dioses, era suave pero contundente, no te dejaba vacilar, solo tomaba lo que quería profundamente.

Mile se volteó por completo y abrió las piernas. Apo se colocó entre ellas y, de un tirón, jaló de sus caderas contra su ingle. Sus pollas se rozaron de forma brusca, un subidón de adrenalina recorrió a Mile.

—¿Por qué estás desnudo?—preguntó Mile entre besos y lamidas—

—Mi hermana se fue temprano en la mañana, estamos solos—Apo movió sus caderas y Mile gruñó, apretando sus nalgas con un agarre de acero—

—Para eso—dijo sin aliento, su polla estaba medio dura por la constante fricción—

—¿Por qué?—provocó Apo y lamió la boca de Mile—Tienes miedo de que...—

—Yo...—la mirada de Mile se tornó insegura y Apo lo estudió con curiosidad—Nunca hemos hablado del tema—las mejillas de Mile se colorearon con un tenue rubor—Asumí que serías el pasivo, pero...—

—Soy versátil, Mile—Apo tenía una pequeña sonrisa—No quiero presionarte a hacer nada, estoy bien como estamos, en serio—Apo lo besó en los labios—

—¿Pero tú quisieras follarme?—Mile alzó las cejas y acarició los brazos de Apo—

—Desde el primer día—Apo sonrió ampliamente—No quería asustarte, sé que esto es nuevo para ti, y hablo en serio cuando digo que estoy bien siendo el de abajo—

Mile se mordió el labio, pensativo. No es que estuviera asustado exactamente. En el fondo sentía curiosidad por saber cuál era el alarde acerca del sexo anal. Para él se sentía increíble, pero ¿qué tan satisfactorio podría ser recibir una polla?

—Yo quiero intentar, solo...—

—Está bien, tómate el tiempo que necesites. Como si decides no hacerlo, te voy a apoyar—Apo acarició su mejilla—Por cierto, te queda bien el nuevo look—pasó los dedos por la lampiña mejilla de Mile—

—¿Te gusta?—Mile le besó la palma de la mano—

—Me encanta, te ves mucho más joven—Apo se inclinó y frotó su mejilla contra la de Mile como si fuera un gatito necesitado—Pero he de admitir que voy a extrañar tu barba cuando me estés comiendo—

Mile se rio y presionó con fuerza sus caderas contra las de Apo. El moreno gruñó, aún con la mejilla presionada contra la de Mile.

Mile lo instó a moverse, sus dedos estaban enterrados en el culo de Apo como si fuera su propiedad. Apo se movió despacio, su propia polla estaba goteando profusamente sobre el estómago de Mile, y ocasionalmente se frotaba contra la cabeza gorda y húmeda.

Apo giró su rostro y besó a Mile profundamente. El movimiento se tornó constante, cómodo. El placer de ambos se estaba acercando a la cúspide, solo gemían y gruñían en la boca del otro con sus lenguas luchando por volverse a tocar.

Dulce Secreto// MileApo +18Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang