Capítulo 13

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Apo miró el techo de su habitación,  pensando en todo lo que había sucedido hacía unos días. Esa mujer simplemente llegó y puso patas arriba el cuento de hadas que estaba viviendo con Mile.

Pero lo que más lo enojaba no era eso, sino el hecho de que Mile le ocultara algo tan grande como lo es un hijo. Esa misma noche lo llamó y le contó de la aparición sorpresa de Grace. Apo miró el rostro de Mile en la pantalla de su ordenador sin ningún tipo de emoción. Observó su reacción y no fue más que desconcierto. Mile no sabía de la existencia de ese niño, según él.

A estas alturas, Apo no confiaba en nadie. Sus instintos le decían que saliera de ahí, que esto terminaría mal y porsupuesto, sería él el perjudicado, como siempre. Así lo hizo, luego de las justificaciones y promesas vacías que Mile le intentó dar le colgó e ignoró sus mensajes y llamas. Necesitaba digerir esta información antes de decidir qué iba a hacer.

—Po, tienes que salir de la cama, te vas a enfermar a este paso—la voz de Barcode sonó desde la puerta de su habitación, pero Apo no se movió—Por el amor de dios—Barcode murmuró y caminó hacia la cama—Levántate—

Apo se giró y le dio la espalda, no estaba de humor para escuchar el sermón de Barcode con un gran te lo dije de inicio.

Barcode alzó una ceja perfectamente depilada y agarró a Apo por el tobillo. De un solo tirón lo sacó de la cama y lo hizo caer al suelo alfombrado.

—¿Qué carajos?—Apo frunció el ceño—Vete a la mierda—

—No, no hagas esto. Prometiste no recaer y aquí estás, sintiendo lástima por ti mismo. Necesito que te arregles, comas algo y vayas conmigo a un lugar—

Apo gimió y se sentó con las piernas cruzadas. Barcode soltó un suspiro y se sentó frente a él. No sabía qué decir para hacerlo sentir mejor. De hecho, no había nada que él pudiera hacer y eso lo enojaba.

—Oye—Barcode alzó la barbilla de Apo con una mano suave, sus ojos estaban brillantes—Ven aquí—

Apo no lo dudó y se acurrucó entre sus brazos. Barcode no dijo nada, solo lo abrazó y acarició su cabello en silencio. Podía sentir las lágrimas de Apo mojar su camisa, pero él no diría nada. Apo jamás lloraba frente a nadie, jamás se dejaba ver vulnerable. Solo a él le permitía verlo así.

—No merece tus lágrimas Po—Barcode murmuró y entrelazó sus dedos con los de su mejor amigo—Sé que te sientes traicionado, pero quizás haya una explicación. Tienen que hablar, no pueden resolver las cosas si no lo conversan—

—No sé por qué estoy llorando. No es como si estuviera perdidamente enamorado o algo así—Po acarició suavemente los pequeños dedos de Barcode—

—Eres muy sensible, eso es todo—

—Soy un blandengue—Apo rio entre lágrimas y apoyó la cabeza en el hombro de Barcode—

—No lo eres. Eres el hombre más fuerte que he conocido, y el que tengas la capacidad de sentir no te hace débil, te hace humano—Barcode lo besó en la frente—

—Gracias por estar aquí—dijo Apo en voz baja—Lo siento por mandarte a la mierda—

—¿En serio creíste que me ofendería?—Barcode se rio—Yo te he dicho cosas peores y sigues a mi lado. Para eso están los amigos—

Apo asintió y se alejó para mirar a Barcode a los ojos.

—¿A dónde me querías llevar?—

Una lenta sonrisa se extendió por el rostro del pelinegro.

                                                                 *** 

Apo iba a matar a Barcode. Le había dicho que irían a un bar en el centro de la ciudad, sin embargo, lo había llevado al apartamento de Jeff, para que hablara con Mile, en persona.

A pesar de lucir delicioso envuelto en un traje color azul marino, con su barba bien afeitada y su cabello peinado hacia atrás, Mile se veía aplastado.

Apo se dio una bofetada mental. No se suponía que estuviera comiéndose con los ojos al tipo. Mile lo había engañado. Debería estar enojado con él y no sintiendo deseos de esconderse entre sus brazos.

—Pensé que no regresarías hasta fin de año—Apo se cruzó de brazos, impasible—

—Esto era más importante. Tú eres más importante—Mile intentó acercarse pero Apo alzó su mano—

—No te atrevas...me mentiste descaradamente, Mile. ¿No se te había ocurrido decirme el pequeño detalle de que tienes un hijo? Y aparentemente tu relación con tu exesposa no terminó hace un año como me dijiste—

Apo estaba furioso, Mile lo dedujo por su tono hostil y mirada feroz. Él estaba siendo sincero, no tenía nada con esa mujer, mucho menos sabía de la existencia de ese niño, que dudaba fuera suyo.

—Juro que no siento nada por ella. No supe de Grace luego del divorcio. Tampoco tenía conocimiento de ese bebé. Sospecho que ni siquiera es mío—Mile miró a Apo a los ojos—Por favor, cree en mí—

—¿Por qué debería?—Apo suspiró agotado—¿Sabes qué? Me rindo, puedes quedarte con tu jodida versión de familia perfecta. Sé que en el fondo jamás querrías eso conmigo—

—Apo...—Mile se acercó—

—Vete, no me toques—Apo se resistió al abrazo de Mile—

—Te juro que no lo sabía—Mile forcejeó sin soltarlo—Déjame explicarte todo lo que sucedió—

—No...—Apo dijo esta vez con menos convicción—No quiero salir lastimado otra vez—Apo se aferró a Mile mientras hablaba en voz baja—Y sé que al final del día me vas a desechar—

Mile negó con la cabeza y agarró el rostro de Apo con ambas manos. Apo tenía los ojos llenos de lágrimas sin derramar. Mile desconocía por lo que había pasado realmente este hombre, pero él no le causaría sufrimiento, tampoco permitiría que le hicieran daño.

—Jamás te haría eso—Mile le acarició las mejillas sonrojadas—

Apo se intentó alejar pero su boca fue tomada en un beso suave. Instantáneamente se deshizo entre los brazos de Mile. Este beso no era dulce, sabía amargo, lleno de dolor, Apo quería a Mile para él, pero si iban a comenzar con secretos, no estaba dispuesto a exponerse de esa forma.

Mile lo besó despacio, succionando suavemente los esponjosos y abultados labios de Apo, agarrando con una mano firme la pequeña cintura que tantas veces recorrió a lametazos, enredando sus dedos fuertes en los sedosos rizos castaños que le encantaban.

Apo lo dejó entrar, se dejó besar y desnudar completamente. Por más que se había dicho que iba a dejar lo que tenían antes de que lo destruyera, aquí estaba, cayendo nuevamente en el abismo que era Mile.

—Po...—Mile lo besó una última vez antes de mirarlo a los ojos—confía en mí—

Apo asintió levemente y volvió a apoyar sus frentes juntas.

—Está bien, hablemos—

Dulce Secreto// MileApo +18Where stories live. Discover now