Capitulo 4: La brutalidad del Caos

295 30 1
                                    

...

Issei miraba la situación que se estaba dando en los cielos, preocupándose un poco únicamente por la dragona. Se sentía impotente en esta situación de no poder ayudarla, apretando su katana con fuerza. La katana nuevamente después de tanto tiempo se torno en esa aura morada, mostrando nuevamente el símbolo del infinito por un momento para luego desaparecer.

Mientras tanto el combate en los cielos entre la Dragona y el caos dio comienzo cuando Ddraig fue la primera en atacar lanzando un ataque desde arriba con su mandoble pero fue detenido por el hacha de Apofis como si nada. Tomando rápidamente distancia de un posible ataque de la chica de pelo verde pero esta fue mas rápida y se lanzo a atacarla sin darle tiempo a casi reaccionar y haciéndole un corte profundo en su pecho, Draig contrataco casi al instante para hacerla retroceder pero sin hacerle ningún tipo de daño.

-Vaya~ parece que la celestial no es tan poderosa~ que decepcionante sabes, esperaba mas de ti JAJA -riendo burlescamente mientras se preparaba para atacar de nuevo.

En un segundo, la pelirroja acorto distancias para hacerle un corte desde la barbilla hasta su ojo izquierdo pero sin ser tan profundo. Apofis gimió de dolor y se retorció por unos segundos por el repentino ataque de su enemigo. Ddraig por su parte se encontraba aun sangrando pero poco a poco intentaba cerrar su herida con su regeneración.

-... (¡Maldita seas!, esa tipa ya seria polvo si tuviera todo mi poder. Incluso mi regeneración es muy lenta pero al menos la deje fuera de... !!!) -mientras estaba sumida en sus pensamientos fue repentinamente atacada por el hacha de Apofis la cual desvió a duras penas pero en el proceso su mandoble cayo al mar, al ver a su enemigo fue sorprendida por un fuerte derechazo que la mando a volar contra la isla.

Impactando contra esta y creando una enorme cortina de humo con la tierra pero esta rápidamente se disipo cuando ambas chocaron sus puños y se miraron por unos segundo, Apofis sonriendo sádicamente y Ddraig con una expresión de enojo total y luego de eso quien arremetió fue la chica de pelo verde dándole un fuerte cabezazo en la frente a la dragona. 

Ddraig retrocedió rápidamente tambaleándose por el fuerte golpe que recibió sin embargo Apofis no dio chance a que se recuperase y arremetió con una fuerte patada al estomago de la dragona, dándole patada tras patada en el mismo lugar. Sus piernas fueron detenidas por una enfurecida Ddraig la cual empezó a expulsar llamas de su boca, Apofis intento zafarse del agarre de la dragona.

Desde la vista de la peliverde, al parpadear, no vio un puño acercarse a su. Un imponente dragón rojo se presentaba ante ella y se acercaba lentamente, intentaba escapa pero le era imposible. El puño finalmente entro en contacto con ella, el tiempo iba tan lente y podía sentir como la mitad de su cara empezaba a partirse como la de una muñeca de porcelana. 

En un segundo, el combate dio un giro y fue Ddraig quien tomo la iniciativa y ventaja tras el fuerte golpe que asesto contra Apofis. Mandándola a volar contra una roca e incrustándola contra esta para seguidamente empezar a darle fuertes puñetazos imbuidos en un fuego, poco a poco la peliverde se iba agrietando mas y mas mientras que la parte de su cara destruida un pequeño puntito blanco se hacia presente en la oscuridad de su interior.

 La dragona soltó un fuerte rugido al aire mientras la parte de su brazo derecho de su armadura desaparecía y su brazo se lleno de escamas, y dio un ultimo puñetazo tan fuerte que la mando a volar, destrozando todo a su paso y haciéndola caer al mar. Ddraig cayo al suelo y empezó a toser sangre mientras las escamas y su armadura desaparecían, su vista se veía borrosa y apenas se podía mantener consiente.

Recobrando el sentido, la dragona empezó a sanar sus heridas poco a poco mientras aun miraba en dirección a donde había lanzado a Apofis, paciente de su nueva llegada porque sabia perfectamente que incluso con eso ella no podría morir. Sus pensamientos fueron cortados cuando escucho el sonido de su mandoble clavándose en el suelo a su lado, vio en esa dirección y lo vio, con todo sus ropas y cuerpo mojados, un chico castaño se presentaba ante el para devolverle su preciada arma.

Issei: La espada infinitaWhere stories live. Discover now