Capitulo 23: Mi nombre es...

46 7 0
                                    

...

Tosiendo sangre, Dionisio vio sus manos cubiertas por esta, estaba tirado en el suelo mirando los tacones de una persona delante de la persona que lo habia dejado en tan pésimo estado. Por años el investigo en el bajo mundo del Inframundo a aquella organización terrorista en busca de contactos, nunca espero llegar a esta situación.

-Me gusta tu determinación de seguir vivo... Tienes una ambición peculiar

La voz relajada de aquella mujer le irritó un poco, prácticamente le acaba de dar una paliza a él y ella estaba totalmente calmada como si no lo acaba de humillar.

-Tu potencial...

Dionisio sintió las manos de la mujer en su cabeza, aceptando que finalmente le llegó su hora.

-Me servira, ¿No es así, Ophis?

Ophis... Ese nombre nombre lo había escuchado antes...

Una presencia, ¿divina?, no, no en lo absoluto, era algo totalmente más allá de esas cosas y su mente fue invadido por una revelación. Frente a el, su último gran y mejor experimento pisando el cadáver de alguien de alas negras.

'Deseas esto, ¿Verdad?'

-Toda mi vida, apunto siempre a ese momento... ¿Cómo lo puedo conseguir?

La pregunta de Dionisio no fue contestada en palabras, sino por una simple mano apareciendo a la altura de su boca y al tomarla supo lo que tenía que hacer. Poniendose de rodillas y tomando la mano, besandola suavemente y ante el por un instante la vió.

No era nada parecido a cualquier otra entidad que conocía, ni siquiera un dios...

El infinito, Ouroboros estaba delante de él pero a la vez no... No podía siquiera describirla ni un poco.

Y entonces, despertó.

Toda sus heridas curadas y sin ningun rasguño, a su lado se encontraba ella, sonriendole tan tranquilamente.

-Repite conmigo

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

'Oh gran infinito, su voluntad en la tierra será cumplida'
.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

-¿Ya has pensado un nombre?

Sacando a Dionisio de sus pensamientos, la damisela miro a su alumno con una sonrisa.

-No, mi señora... Solo pensaba en el pasado

La mujer pareció algo sorprendida pero solo volvió a su habitual sonrisa, no parecía importale mucho.

Issei: La espada infinitaWhere stories live. Discover now