Capitulo 14: Normalidad

108 12 2
                                    

...

Issei caminaba por las escalones de camino al templo mientras pensaba en el encuentro con la rara monja, sospechaba y con mucha razón que tal vez sea ella la llamada "El cuervo monje" sin embargo no le hacia sentido que sea "el" y no "ella". Llegando a la conclusión a que puede haber un ángel caído mas detrás de la muerte de uno de los vigilantes demoniacos, ¿por que atacarían tan cerca sabiendo de la posible cercanía de las hermanas menores de 2 maou? ¿acaso querían sacarles algún tipo de reacción agresiva, que derivara en un posible enfrentamiento? no lo sabia pero si tenían las pelotas de hacer algo así, deben de ser peligrosos.

Al llegar a la entrada vio volar varias esferas de agua delante suya dirigiéndose a atacar a Rias la cual volaba rápidamente  por los aires escapando de ellas, en el suelo estaba Sona mirándola fijamente mientras mantenía sus manos en movimiento los mismos movimientos de las esferas de agua. La Gremory paro en seco y se volteo para recibir de lleno los ataques de la pelinegra, esta ultima se quedo quieta en confusión sin embargo no tuvo tiempo en pensar cuando dos cuadrados oscuros aterrizaron a sus lados explotando al instante.

La Sitri cayo al suelo tosiendo y mirando las quemaduras en ambas piernas pero al mirar al cielo vio a su amiga casi ilesa, con los únicos daños recibidos en su ala derecha que fue perforada por los ataques de agua de la chica de lentes. 

Aunque ambas pensaban en seguir fueron detenidas por el sonido de una campana siendo tocada dentro del santuario y rápidamente ambas muchachas se dieron cuenta de eso, se miraron entre si y luego suspiraron. Rias empezó a bajar del aire algo adolorida por las heridas en su alas sin embargo quien peor la pasaba era Sona, la cual trataba de calmar las quemaduras en sus piernas con magia y es que a pesar de ser simplemente entrenamientos se les exigía pelear con todo a ambas.

-¿Duele verdad?

-Eh?... -la sitri levanto su vista y vio a Issei- si, pero es lo que hacemos para ser fuertes -respondió con desconfianza.

-Eres bastante joven para exigirte entrenar a tales extremos

-Los demonios somos capaces de vivir por mas de varios miles de años, ya tendré tiempo para mi misma -dijo Sona mirando al suelo.

-... No pareces disfrutarlo

-Hago lo que es necesario para el clan, nada mas -respondió apáticamente Sona, levantando del suelo para irse al origen del sonido de la campana.

Issei se quedo mirándola por unos momentos con algo de preocupación por lo que le pueda pasar, sin embargo su atención se dirigió a la joven pelirroja que se había quedado quieta escuchando y viendo al castaño.

-¿Que opinas sobre tu compañera, Rias? 

-¿Eh? bueno, he conocido a Sona desde que tengo memoria pero siempre la he visto como mi gran amiga, mi rival... -jugando con sus manos- pero a lo largo de los años, ha cambiado para ser una persona mas estricta y cerrada

-Ya veo, ¿sabes la razón de su cambio?

-Fueron sus padres, los Sitri mayores se encargaron en dirigir su nuevo camino

-Sin dejarle oportunidad de opinar o elegir 

-Así es, nunca dijo nada o siquiera opuso resistencia a los deseos de sus padres -caminando lentamente- ella a veces, incluso es mas apática con todos 

Issei a pesar de no conocer al total toda la situación dentro de la familia de la Sitri y sin embargo no podía evitar preocuparse, respetaba las dos maneras de criar a los hijos tanto con dureza o con amor pero algo como impedir que sigan su camino y sus sueños era algo que detestaba.

Issei: La espada infinitaWhere stories live. Discover now