Capitulo 17: El Doctor

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[La gran guerra]

Mi nacimiento fue en uno de los momentos más críticos del cielo, fui concedido con la idea de poder ser aquel que sanara las heridas de aquellos combatientes que vuelvan en mal estado sean curados y levantándos de nuevo.

Sin embargo... Un día no pude evitar sentir curiosidad por mi cuerpo y el de mi pacientes, ¿por que los ángeles, hijos de dios caían ante otros seres? Éramos el pináculo de la creación. Eso pensaba, hasta que padre me mostró a los humanos y los catálogo como "Potencial infinito" pero yo no creía en sus palabras.

Por primera vez puse en duda a mi padre y en busca de respuestas baje de los cielos aun pueblo humano, eran curiosos y eran tan diferentes unos de otros y cometían errores constantes pero aprendían de ellos. Sentía... envidia pero eso no impidió que pudiera hacerme amigos de ellos y empatizar con ellos.

Entendi lo diferente que eran de mi, ellos lo consideraban una figura prácticamente divina y el lo sabía perfectamente pero incluso con eso no se dejó llevar por la arrogancia o su orgullo y durante años ayudó al pueblo humano con todo lo que pudo.

Sin embargo para lo que mi fue solo brisa de viento, para ellos fue una vida entera vivida y me di cuenta por primera vez de la mortalidad. Conocía la muerte claro pero nunca la había presenciado en persona, cuando vi a una niña perecer en mis brazos no pude reaccionar.

Por primera vez me sentía impotente, el pueblo fue atacado ese día por un ejército que no tuvo piedad con sus habitantes. Tuvo más que suficientes y desató su furia sobre los atacantes en cuestión de segundos, nadie era rival para el y para cuando terminó la masacre, los subrevientes del ataque lo empezaron a alabar y agradecer su ayuda divina.

Solo pude mirar al cielo con furia, impotencia y tristeza

'¿Por que tenían que morir?¡Responde padre!'

Fue la primera vez que decidí ir en contra de dios, mi creador y padre pero la respuesta nunca llegó. Ese día pensé en lo imposible, la resurrección de un muerto pero no solo eso sino que transformarlos y hacerlos mas fuertes.

Esa era la respuesta, desde ese día y sin nadie se diera cuenta los pobladores empezaron a ser mis sujetos de pruebas sin que ellos tampoco se percataran de eso y los llevaba al limite tanto mental como físico.

Y entonces el primero finalmente llegó a nacer, frente a mi ojos de sorpresa y asombro los denomine simplemente "Los superiores" eran mejores que los humanos en todo... sin embargo, su espantosa apariencia oscura de masa negra era un defecto secundario.

Cuando quise proseguir con mi infinito experimento los años de descuidar mi puesto en los cielos fueros castigados, fui arrastrado al juzgado de mi padre.

Vergüenza y pena era lo que sentía de las miradas de mis hermanos, ese día tras estar tan centrado en ese pueblo humano durante tanto tiempo muchos ángeles habían muerto por mi culpa.

Culpa, tristeza o simplemente pena... nada de eso pasó por mi mente a la hora de escuchar eso, solo agache mi cabeza para no mirar a nadie a la cara ni a mi padre. Sentía los sentimientos que tenían ahora todos... excepto el, simplemente me miraba.

'Jugué con la vida, deje a mis hermanos morir, manipule a tus queridos humanos y aun así... ¿por que no me odias?'

Todos estaban enterados de mi creación y sabía que la considerarían aberrante, pero el no decía nada de nada.

Mi hermanos Michael, Gabriel y Uriel eran quienes me juzgaban por mis actos cometidos en la tierra de los humanos... ¿acaso a dios le avergonzaba hablar con su propio hijo?.

Issei: La espada infinitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora