Escapar del Mundo

19. Cuidad Yi (Parte Ⅴ)

N/A: Y así, la trama se complica.

A Ouyang Zizhen le gusta pensar en si mismo como un optimista.

Jin Ling diría que es un idiota. Lan Jingyi diría que es como un niño. Pero Ouyang Zizhen se mantiene firme en creer que, al final, todo resultara bien.

No obstante, en su situación actual, hay poco para mantenerse optimista.

Ellos están varados en una ciudad que es actualmente un laberinto. Dicho laberinto que está repleto de polvos tóxicos. Dichos polvos vienen de cadáveres feroces que rodean la cuidad. Dichos cadáveres feroces son controlados por alguien que fue capaz de robar el Amuleto del Tigre Estigio justo frente a las narices del Patriarca de Yiling.

Y ahora, están en la misma habitación que un asesino en masa que acaba de irrumpir por el techo.

Ouyang Zizhen en algún momento debe haber vivido una vida normal. Libre de estrés, con poco de qué ocupar su mente. Debe haberse sentido tan bien.

Justo ahora, no puede recordar esa vida.

El único punto positivo en todo este lío es el obvio afecto entre Hanguang-Jun y el Patriarca de Yiling. Y oh, Yue Lao, el escándalo total de eso. El romance prohibido, la tensión, el amor desbordante.

Una vez que Ouyang Zizhen salga de aquí, escribirá un libro. Una serie de libros. Esto no es solo romance, esto es épico. Esta es una historia para las futuras generaciones. ¿Un hombre justo dejando el mundo atrás por un cultivador hereje?

Belleza que define una era.

Pero se está desviando. Su preocupación actual es el asesino en masa que supuestamente está muerto, pero aparentemente no lo está.

Xue Yang (dicho asesino en masa), retrocede un par de pasos, tropezando en su frenética prisa. Por otro lado, el Patriarca de Yiling se pavonea positivamente hacia dicho asesino en masa, lo que, cuando se redacta así, suena realmente genial, en realidad.

"Mira," habla Xue Yang, aclarándose la garganta. "Sé cómo se ve esto, realmente lo sé, pero mira, tienes que creerme, Maestro. No lo hice, no lo hice. Sé qué crees que lo hice, y todo probablemente demuestra que fui yo, pero no fui yo. Tienes que creerme..."

"¿Tengo qué?" El Patriarca de Yiling dice, frío y simple, su tono generalmente expresivo vacío de todas las emociones. Es tanto el contraste de su sonido habitual que Ouyang Zizhen tiene que asegurarse de que realmente sea él quien habla.

"No, no, obviamente no, quise decir... oh cielos," la espalda de Xue Yang golpea un pilar de madera, y los discípulos que están detrás de él sacan sus espadas.

"¿Por qué debería creer una palabra que dices?" Wei Wuxian pregunta. Probablemente se habla agradablemente. No se siente así. "Dame una buena razón por la que no debería cortarte la lengua con tu propia espada."

"¡Porque no lo hice!" Xue Yang exclama. "¡No tenía ninguna razón para hacerlo! ¿Por qué iría hasta Yingchuan solo para que me atacaran a mí? Si quisiera dejar morir a Xiao Xingchen y Song Lan, ¡me habría quedado en Yiling!"

"Conveniente de tu parte llegar justo a tiempo." Wei Wuxian tararea. "Estoy seguro de que saber sobre la ubicación exacta del ataque también había sido una coincidencia."

"¡Lo fue!" Xue Yang dice. "¡No sabía dónde iban a ser atacados! ¡Solo pensé que serían atacados, porque serían usados como señuelo para sacarme!"

"Te atrajo, ¿no?" Wei Wuxian reflexiona. "Perdóname si me equivoco, pero si mi memoria no me falla, te ordené explícitamente que te quedaras dentro de Yiling."