CAPITULO 12

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—El mundo no es bueno Aira... Allá afuera no es mejor ni peor que acá... si nosotros nos hubiésemos ido, capaz que no estaríamos bajo las alas de tu padre, ¿pero estaríamos vivos?... puedes decir que soy mala madre, una mala persona, pero solo yo sé cuales eran mis opciones... te juro que tome las mejores... aunque eso no resultará bien.
Si te hubieses casado, al menos podríamos esperar quedarnos con todo esto... Sin tu padre, en el mejor de los casos quedaremos en la calle...

Eufemia, se apresuró a salir de la habitación de su hijo, para bajar a su lugar seguro. La lavandería.

Ahogó su llanto, la angustia que había crecido en ella mientras miraba a su hijo. Los recuerdos del pasado la agobiaron, al punto que debió mojarse la cara para evitar que su cuerpo colapsara de sentimientos asquerosos.

Nadie más que ella, era consciente que lo había hecho mal, sin en cambio, también sabía que intento hacer lo mejor que pudo.

*****

—Samanta... — la nombro Draven entrando a la habitación que compartía con ella.

Realmente no sabía si aún estaba allí, por lo que suspiro aliviado cuando la vio sentada en la cama hundida en sus pensamientos.

Ella lo miró. —Estan todos locos aquí— murmuró.

Draven suspiro. —Lo voy a decir una sola vez... escucha... mi padre tiene ideas locas, ideas en las que nos crío y nos hizo medianamente igual que él... curiosamente los únicos que cuestionamos a mi padre éramos Aira y yo pero lo dejamos de hacer por que generalmente nos castigaba y lo que era peor se desquitaba con nuestras madres, ya que siempre las hizo responsables de nuestros actos. Sé que él, le suplico a su madre irse de aquí, lo mismo hice yo con mi madre pero ellas por alguna razón nunca se fueron de aquí...
Lo peor fue cuando su grupo de colegas creyeron que sus ideas eran muy buenas y decidieron seguir sus mismas filosofías de vida, aunque realmente no fue difícil, vivían en una sociedad llena de... —Draven suspiro. — ideas estúpidas que llevaron al extremo... la mujer debía ser el modelo que ellos querían... la típica, si engordan no les dan comida, si les reclamaban alguna cosa, recibían golpes, si sus hijos no eran lo que ellos querían, también eran golpeadas, sino querían sexo, entonces iba por la fuerza...
Sin en cambio, eso no es lo peor... sino que cuando cada uno de nosotros y los jóvenes del pueblo, cumplimos... cumplieron 18... fuimos llevados a "debutar" sexualmente... sino lo hacíamos, entonces eramos  gay y como tal, eran hechados de sus casas y condenados a una vida de burlas, golpes y demás.
¿Quieres escuchar algo asqueroso?...

Samanta lo miró en silencio.

—las mujeres no eran otras que nuestras madres o hermanas...la esposa de Alan, Maggi... ella es prima nuestra... Sol también, son hermanas...

Samanta estaba atónita.

—Abajo, donde fuiste por Aira... allí se llevan a cabo fiestas... en donde vienen personas del pueblo y hacen orgias.
Cuando alguien se casa, entonces la fiesta es lo mismo, aunque pueden no hacerlo con el pueblo sino con la familia.
De esa forma por ejemplo, yo tuve sexo con Nadia, Maggi e Ignacia el día de sus bodas, con mis hermanos presentes...

—¿Todos?, ¿Todos lo hicieron?.

—Excepto Aira... a él, lo creen un idiota y como su cara está toda con cicatrices lo creen feo.

—¿Qué le pasó?... en su cara...

—Éramos niños... jugábamos juntos en el granero... papá entró y dejo una candelabro encendido en una de los mesones, Aira salio corriendo y tropezó... por querer agarrarse tiro el candelabro y prendió fuego todo. Salimos corriendo, papá se enojo y comenzó a pegarle a su madre... pero él no resistió y se puso en el medio, mi padre lo corría, con empujones pero el se paraba y se volvía a poner adelante de su madre que sangraba. Entonces mi padre se cansó... fue a la cocina, rompió un plato de vidrio y le corto la cara... no sé detuvo, incluso cuando Aira se hizo pis encima y su madre gritaba que lo dejará que se lo hiciera a ella.

—¿Tú madre?.

–No hizo nada... Eufemia cada vez que papá torturaba a Aira se metia, lo defendía, mamá se quedaba observando todo en silencio, como si mentalmente se fuera...

Draven se coloco de rodillas frente a ella.

—Podemos cambiar todo esto... pero te necesito. He transferido a tu cuenta dos millones de dólares... si no es suficiente te daré más pero por favor...— Draven suspiro. —Papá me propuso quedarme con todo, siempre y cuando tú seas la amante de Aira...

Samanta frunció el ceño. —¿De que hablas?.

—Quien se quede con la herencia puede hacer y deshacer a su gusto, incluso con mi padre vivo... las fábricas, las casas, los establos, el pueblo... todo sería nuestro... si no soy yo será otro... Al primero que van a matar es a Aira y a su  madre, después se verá quien sigue... como mí esposa también te van a buscar a ti... solo tendrás que estar con Aira... mis cuñadas pudieron rechazarlo a él pero... debieron pasar por todo el pueblo.

—Dios santo...

Samanta lo pensó por un buen rato, ante la atenta mirada de Draven.

—No quiero dinero... aunque claramente voy a recibir de todo lo que recibas la mitad... sin en cambio, quiero que seas mi esclavo, si te vuelves a comportar como un idiota me voy de aquí. ¿Ahora dime, que pasa con Sol?.

—Nada... ¿Porqué?.

—Te vi besarla, y fuiste un idiota por su causa.

—Ella me beso...

—Uy si... — se burlo Samanta.

—Digo la verdad, dijo que te iba a decir que era mi prima y sumado a que no me gustó verte a solas con Aira... no lo maneje bien...

—Me vuelves a levantar la mano y te la corto. ¿De acuerdo?,¿Tenemos un trato?.

Draven asintió.

—Ahora besa mis pies...

Samanta se quitó los zapatos y elevo sus piernas.

Él agarro un pie y lo beso lentamente, pasando su lengua por la parte superior.

ARDIENTE LUJURIA. Where stories live. Discover now