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[FELIX]

—¿Yo...? Yo no... —Su cara cae, mientras trata de plantear la pregunta, sé que está pensando. ¿Te he engañado?

Asiento lentamente, las lágrimas nadan en mis párpados, y sé que en el momento en que pestañee se deslizaran por mi mejilla. Tuerzo la boca y miro hacia otro lado, intentando mantener las lágrimas a raya cuando le oigo susurrar mi nombre de nuevo.

—Cariño, mírame. —Su voz suena tan dolorosa como sé que será la mía en el momento en que abra la boca.

—Yo no... —Empiezo, con la mirada fija en el suelo. Miro fijamente mis zapatos, unos zapatos negros de punta abierta que formaban parte de mis compras de "Me voy a divorciar".

—Felix. —Vuelve a hablar y cuando levanto la vista sus ojos están llenos de devastación—. Lo siento mucho. No sé cómo ni... por qué... pero no hay excusa. No sé qué me habría poseído para hacer eso. 

Lo hago, pienso y empujo la racionalización hacia abajo y de vuelta a la caja en el rincón de mi mente que he etiquetado como no abrir.

La caja llena de racionalizaciones de que no soy tan inocente en esto.

Sin embargo, no lo he engañado.

No, sólo lo dejaste pensar que estaba en este matrimonio por sí mismo.

Aprieto los ojos, tratando de acallar las voces en mi cabeza y cuando los abro él me está mirando fijamente.

—Tienes el cabello un poco más corto y rizado —dice—. Pero estás precioso. Siempre has sido guapo. —Su voz me inunda como una cálida lluvia primaveral, calentando mis fríos huesos al instante. Lo llevaba más ondulado o rizado, en lugar de liso y recto como cuando nos conocimos. Hace dos años, mi cabello era más largo, aunque no mucho, lo que hizo que mi corazón se agitara por lo mucho que se fijaba en todo. Pero él era así. Era el marido que notaba el corte de cabello o la ropa nueva, o cuando mis uñas eran de otro color. —Gracias.

—Espera, ¿dos años? —Se rasca la mandíbula y estrecha su mirada en forma de pregunta—. Eso debe significar... quiero decir que debemos tener... ¿tenemos hijos?

El nudo en la garganta casi me hiere mientras intento tragar y sacudir la cabeza lentamente. —No. —Me tiembla el labio mientras me da un vuelco el estómago, se me hunde el corazón y siento la necesidad de volver a sentarme al recordar cada vez que he orinado en ese palo. Cada cita con el médico. Cada momento de euforia al saber que estaba embarazado. Y luego el bajón tras saber que ya no lo estaba.

Las dos veces.

—Lixxie...

Respiro profundamente y me limpio los ojos.

—Probablemente esto ha sido mucha información para que la asimiles de una sola vez. No tenemos que hacer todo esto ahora. —Me alejo lentamente. Necesito alejarme de él. Necesito alejarme de su mirada penetrante, de sus dulces palabras y del susurro de Lixxie. Este es el hombre del que me había enamorado y, si no tengo cuidado, volveré a caer.

No puedo.

No lo haré.

Estoy a punto de abrir la puerta cuando Marie la atraviesa de nuevo y pasa a mi lado como si no estuviera allí.

—Chan dijo que tenemos que hacer algunas pruebas? Cariño, he oído que te cuesta recordar. 

—Lixxie me ha dado algunos detalles, pero sí.

—Hablando de... Felix, tu novio está fuera —dice Marie con sorna y ni siquiera intento evitar que la ira aparezca en mi cara. Siempre agitando la maldita olla.

OBLIVIATE || Hyunlix✔Where stories live. Discover now