OBLIVIATE || Hyunlix✔

ღ11

[FELIX]

Me muevo nervioso en mi asiento y, antes de que pueda abrir la boca, Hyunjin se ha acercado para sentarse a mi lado. Abre su mano y la apoya en mi muslo, con la palma hacia arriba, y yo miro fijamente su ofrenda.

—Parece que vas a romper en llanto en cualquier momento. — Aprieto los dientes para tratar de evitar que mi cuerpo haga precisamente eso cuando su mano se mueve y se enlaza con la mía. Intento apartar mi mano de su agarre, pero él sólo la sujeta con más fuerza.

—Nosotros... luchamos con... —Me aclaro la garganta mientras me preparo para horas de preguntas y conversaciones y, finalmente, para revelar lo que he aprendido de mí mismo y que nunca le he contado a Hyunjin—. Quedé embarazado.

Me aprieta la mano y asiente solemnemente.

—Me lo imaginaba —dice con tristeza—. Cuando dijiste que no teníamos hijos. —Me relamo los labios y suelto una lenta y temblorosa respiración.

—He tenido dos abortos espontáneos, fueron... difíciles. —Hace una pausa. Toma aire. 

—Lixxie... —Mi nombre cae de sus labios como una súplica, como si rogara que esto no fuera cierto. Como si de alguna manera, pudiera cambiar el pasado—. Cariño, lo siento.

Levanto la vista, preparándome para corregirlo por usar el término cariñoso del que parece no poder librarse, cuando me encuentro con sus ojos cafés y acuosos. No me resultan extrañas las lágrimas de Hyunjin, sobre todo por esto, pero verlo así todavía me revuelve las tripas. Habíamos llorado la pérdida de ambos hijos con más lágrimas de las que creía posibles. El segundo más que el primero.

—¿Cómo... cómo de lejos estábamos? —Pregunta.

—Siento que debo retroceder un segundo y empezar desde el principio. En primer lugar, nos llevó un tiempo quedar embarazados. Me cuesta situar exactamente dónde empieza tu pérdida de memoria, pero fue hace unos dos años cuando empezamos a intentarlo. —Entrecierro los ojos, intentando recordar exactamente cuándo decidimos que íbamos a intentar tener un bebé—. Como sabes, siempre fuimos una pareja muy sexual, así que no creo que necesariamente empezáramos a tener más sexo, pero dejé de tomar la píldora y empezamos a intentarlo. Al principio, no le dimos importancia. Es habitual que se tarde un tiempo cuando se ha tomado un anticonceptivo durante tanto tiempo. Pero luego los primeros meses se convirtieron en seis y nueve y cada vez que me hacía una prueba, veía tanta decepción en tu cara. Me sentí tan fracasado...

—No lo eres. Nunca lo habría pensado —me interrumpe y yo asiento.

—Lo sé ahora, y probablemente lo sabía entonces, pero no es algo que pudiera controlar. Mi mente estaba tan desordenada durante ese tiempo. Sabía que querías un bebé y todo lo que sentía era odio hacia mí mismo por no poder dártelo. Tenía miedo de que me dejaras si no podía darte lo que querías.

Siento que el corazón está a punto de salírseme del pecho mientras pronuncio las palabras que nunca le he dicho a Hyunjin. No sé por qué me permito ser tan vulnerable con él. Tal vez porque este es el Hyunjin pre- matrimonial. El Hyunjin que cree que camino sobre el agua. El que cree que puedo hacer cualquier cosa. No me ha visto cuando me he sentido más débil. Cuando me preguntaba cómo era posible que aún me amara.

—Nunca te habría dejado. No puedo vivir sin ti. Quería... quería un bebé, sí, pero quería tu bebé. Habríamos pensado en otra cosa. ¿Acaso vimos a alguien? ¿Un especialista?

Sus cejas se fruncen y sus labios se fijan en una línea dura.

—No, porque al final... —Dejo escapar un suspiro—. Al final, quedé embarazado. —Una sonrisa se dibuja en mis labios a pesar de este morboso viaje por el carril de la memoria, porque el recuerdo de orinar en ese palo y ver esas dos líneas rosas por primera vez en mi vida fue algo que nunca olvidaré—. Estábamos tan contentos. Era como si esa nube oscura se hubiera disipado y el sol brillara por fin. Un momento de luz después de algunos de mis meses más oscuros.