OBLIVIATE || Hyunlix✔

ღ20

[HYUNJIN]

Las yemas de los dedos que suben ligeramente por mi columna vertebral me despiertan de mis últimos momentos de sueño. El olor a vainilla inunda mis sentidos y una sonrisa se dibuja en mi rostro antes de que esté completamente despierto. Abro un ojo y veo a la persona más hermosa que he conocido, el único hombre al que he amado, que me mira con la sonrisa más dulce. Sus ojos marrones son cálidos y se clavan en los míos con adoración, como si yo tuviera las respuestas a todas las preguntas de la vida.

Estar casado con Lee Felix ha sido la mayor aventura de mi vida y doy gracias a todo Dios por considerarme digno de ser su marido. Todavía recuerdo la expresión de su cara cuando le puse el anillo en el dedo. Como si yo fuera un premio que no podía creer que había ganado. Cuando en realidad, yo era el afortunado.

Me pongo de lado y lo atraigo contra mí.

—¿Me estabas viendo dormir? —le pregunto y él asiente con la cabeza, culpable, antes de que se le dibuje una sonrisa en la cara.

La sonrisa de Felix es una de las grandes maravillas de mi mundo. Me jura que el traje negro deliciosamente pecaminoso que llevaba la noche que nos conocimos fue lo que me enamoró. Pero antes de que pudiera ver la forma en que ese traje abrazaba sus curvas, vi a un hombre al otro lado de la habitación con la sonrisa más hermosa.

Verdaderamente impresionante.

Ni siquiera sabía que era amigo del nuevo novio de Chan. Todo lo que sabía era que tenía que conocerlo. Tenía que estar en su presencia, y sólo tal vez, una de esas sonrisas estaría dirigida a mí.

—Estaba esperando a que te despertaras. —Se sienta, apoyándose en el codo y la sábana cae, dejando al descubierto su cálida piel blanca, que está ligeramente besada por el sol después de este último fin de semana en Jeju.

—¿Y eso por qué? —Mis ojos devoran su pecho desnudo, deseando llevarse a la boca uno de sus bonitos pezones.

—Para follar conmigo. —Se ríe y doy gracias a Dios de que estemos en la misma página. Su risita es como música para mi polla que se ha despertado mucho antes que yo—. Estoy en mis días fertiles. —Sus dientes encuentran su labio inferior y la idea de dejar embarazado a la persona con la que he estado casi obsesionado los últimos siete años me hace subirme encima de él. —Se ríe cuando meto mi cara en su cuello inhalando su dulce y sexy aroma.

—¿Quiere que lo deje embarazado, señor Hwang?

—Por favor —susurra mientras mi polla tantea sus pliegues ya húmedos y preparados para mí.

—Yo también quiero eso. Joder, quiero eso. —Aprieto mis labios contra los suyos mientras empiezo a entrar y salir de el lentamente.

Me casé con Felix cuando acababa de salir de la universidad y, aunque quería dejarlo embarazado en cuanto nos diéramos el "sí, acepto", sabía que él quería tener tiempo para explorar su carrera y su vida adulta. Así que esperamos.

Hasta hace unas dos semanas, cuando Felix vino a verme y me dijo que estaba preparado para ser padre.

Voy a ser padre. Del bebé de Felix. 

No puedo esperar.

════════

Mis ojos se abren de golpe cuando el recuerdo me golpea tan fuerte que me cuesta respirar. Miro fijamente al techo mientras el ventilador sigue impulsándose por encima de nosotros mientras los recuerdos de los últimos seis meses me asaltan con fuerza, de forma rápida e implacable.